Subir los impuestos
Una cosa esta clara, todo estado debe de financiarse por los impuestos que pagan sus ciudadanos; pero claro, la carga impositiva no puede ser la misma para todos ellos.
Para que una política fiscal sea justa, ésta debe de ser totalmente progresiva, es decir, el que mas tiene, más debe contribuir.
Una subida generalizada es totalmente injusta si no respeta el principio de progresividad; igual que una subida de impuestos indirectos o IVA no es nada progresista ni justo.
Subir los impuesto especiales o el IVA, supone que todos paguemos igual ganemos lo que ganemos. Por poner un ejemplo: el Sr. Díaz Ferranz o el Sr. Botín pagarían el mismo impuesto al comprar un litro de gasolina, una barra de pan o un paquete de tabaco que el Sr. que lleva más de una año inscrito en las listas del INEM y no percibe ninguna retribución; y ¿ganan lo mismo todos ellos?, claramente ni de lejos. Por eso se debe exigir y respetar la máxima de la progresividad fiscal (que pague más quien más tiene).
En un periodo de crisis como el actual., el Gobierno Socialista debería de restablecer el impuesto del Patrimonio, estudiar la creación de un impuesto adicional sobre grandes fortunas, fijar por ley los topes máximos de los sueldos de altos cargos, ejecutivos miembros de Consejos de Administración y otros colectivos donde la opacidad fiscal no sólo es evidente, sino flagrante y absolutamente insolidaria con el conjunto de la sociedad española.
También haría bien el Gobierno en reconocer errores y anular ciertas decisiones fiscales, que como se ha demostrado, estaban fuera de lugar, pues eran socialmente injustas, favorecían a los más ricos y prácticamente no han incidido nada en las rentas mas humildes, además de diezmar en miles de millones la hacienda pública.
Primeramente se debería de anular la eliminación del impuesto de patrimonio; seguidamente habría también que anular la rebaja lineal de 400 euros, no es progresiva y deja fuera a aquellos ciudadanos que no cuentan con ingresos suficientes; igualmente se debería reformar todas aquellas ayudas que se otorgan de forma lineal, por ejemplo la de 2500 euros por maternidad no puede cobrar la misma cantidad una mujer en paro y sin ingresos que otra con sueldos superiores.
Y una vez reconocidos y subsanados estos errores fiscales, acometer una reforma, de cuerdo con el artículo 31 de la Constitución Española, que hace referencia a que los ciudadanos debemos contribuir al gasto público conforme a nuestra capacidad económica mediante un sistema tributario justo, basado en los principios de igualdad y progresividad.
Un sistema fiscal progresista debe basarse en la primacía de los impuestos directos que gravan según los niveles de renta de cada ciudadano.
Jesús Molíns
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