MEDITACIONES DE UNA DONANTE
MEDITACIONES DE UNA DONANTE
En cualquier caso sigo echando de menos el Clínico y no soy la única, según he podido constatar con agrado en algunos medios de comunicación, especialmente en la radio. No puedo olvidar hacer mención y ensalzar elogios igualmente a la labor que se venía realizando en estas mismas funciones en el Hospital del Río Hortera. Lo que ocurre es que yo no llegué a ir nunca.
Casi siempre nos dedicamos exclusivamente ha hacer críticas negativas olvidándonos de las constructivas. Así que quiero decir con mayúsculas y en voz muy alta:
GRACIAS por todo, al personal de ambos Hospitales.
ESPERO VUESTRO REGRESO MUY PRONTO.
Desde el año 2003 he convertido en una costumbre conmemorativa, el acto de ir a donar sangre los días 11 de marzo y 11 de septiembre de cada año. No es que quiera con ello rememorar acontecimientos terroristas de nuestra reciente historia, (que nunca debieron ocurrir), es algo que realizo desde lo más profundo de mi corazón como homenaje a los que murieron y como acto que engrandece a un individuo desde su más honda convicción ética como ciudadano solidario (desde mi posición agnóstica y no religiosa, como pudiera parecer). No busco con ello reconocimientos personales, pues siempre he pensado que estas obras son voluntarios y no deben llevar consigo ánimos de lucro.
Hasta aquí todo iba bien y quería invitar (sin obligar), puesto que acabo de explicar que es un acto voluntario, a que como está próximo el día 11 de marzo acudieseis con este fin. Sin embargo, mis ideas han cambiado de la noche a la mañana y os preguntaréis ¿por qué?
En mi faceta de ser humano, destaco por ser curiosa, me gusta informarme de todo en cuanto participo. Y heme investigando sobre el centro de hemoterapía, en su propia página de internet. www.chemcyl.com y descubro con sorpresa e incredibilidad que el centro en cuestión es público, Pero yo creo, que no tan público, porque aunque es de la Junta de Castilla y León, lo regenta una Fundación y que está gestionado por el Patronato de dicha Fundación.
1. Más de lo mismo, enriquecimiento de empresas privadas en detrimento de lo público.
2. Sospecha de que puede que este gestionado dicho centro por familiares con información privilegiada.
(Que nadie se dé por aludido, he dicho que es una sospecha), y la libertad de expresión está en vigor que yo sepa.
3. Yo personalmente, soy defensora acérrima de todo lo público, y pienso seguir así.
4. La educación y la sanidad públicas. lejos de lo que muchos creen, es la mejor con diferencia. Cuenta con los mejores profesionales y los mejores medios. Dejémonos de esas patrañas de que lo público es para lo más bajo de la sociedad, recuperemos su grandeza de tiempos pasados. Y esto empieza por nuestro apoyo y convencimiento individual.
5. Basta de imagen, publicidad y de tanto escaparatismo. Quiero que el dinero de los ciudadanos vaya a finalidades íntegramente públicas, con trabajadores profesionales, estables y públicos.
6. Primacía a la efectividad y no a la estética, fuera intereses particulares de enriquecimiento.
7. Basta de tantas concesiones y conciertos, cuando quiera ver un “concierto” ya lo buscaré en las carteleras.
8. Lejos de animar con mi propuesta del día 11 de marzo a la solidaridad, digo: No sé si iré este año. Una ya se harta de que nos sangren, nunca mejor dicho, hasta con la propia sangre quieren lucrarse. (al menos con su gestión).
9. Entiendo que los enfermos no tienen ni culpa, ni pena, pero que no se desanimen, yo estaré para acercarme a un hospital cuando me necesiten, pero dudo muy mucho que vuelva al Centro de hemoteratía,
¡Qué me esperen sentados!
por: Amelia la Peña
Como donante asidua que soy, echo de menos el ir al clínico para este fin. Ya no sólo por la cercanía a mi domicilio (que también), sino por la familiaridad que allí se respiraba, el cariño y la simpatía del equipo personal y por qué no decirlo la profesionalidad con la que realizaban su trabajo. Estoy segura de que esa sangre que allí se trataba, tenía las mismas garantías que pueda tener hoy la que se trata en el nuevo centro de hemoterapía y hemodonación. La única diferencia es que estéticamente vende más. Alguno podría contestar a esto que ahora hay unidades móviles que están desplazándose a empresas y pueblos para facilitar el acceso y animar a nuevos y antiguos donantes, enhorabuena por ello.En cualquier caso sigo echando de menos el Clínico y no soy la única, según he podido constatar con agrado en algunos medios de comunicación, especialmente en la radio. No puedo olvidar hacer mención y ensalzar elogios igualmente a la labor que se venía realizando en estas mismas funciones en el Hospital del Río Hortera. Lo que ocurre es que yo no llegué a ir nunca.
Casi siempre nos dedicamos exclusivamente ha hacer críticas negativas olvidándonos de las constructivas. Así que quiero decir con mayúsculas y en voz muy alta:
GRACIAS por todo, al personal de ambos Hospitales.
ESPERO VUESTRO REGRESO MUY PRONTO.
Desde el año 2003 he convertido en una costumbre conmemorativa, el acto de ir a donar sangre los días 11 de marzo y 11 de septiembre de cada año. No es que quiera con ello rememorar acontecimientos terroristas de nuestra reciente historia, (que nunca debieron ocurrir), es algo que realizo desde lo más profundo de mi corazón como homenaje a los que murieron y como acto que engrandece a un individuo desde su más honda convicción ética como ciudadano solidario (desde mi posición agnóstica y no religiosa, como pudiera parecer). No busco con ello reconocimientos personales, pues siempre he pensado que estas obras son voluntarios y no deben llevar consigo ánimos de lucro.
Hasta aquí todo iba bien y quería invitar (sin obligar), puesto que acabo de explicar que es un acto voluntario, a que como está próximo el día 11 de marzo acudieseis con este fin. Sin embargo, mis ideas han cambiado de la noche a la mañana y os preguntaréis ¿por qué?
En mi faceta de ser humano, destaco por ser curiosa, me gusta informarme de todo en cuanto participo. Y heme investigando sobre el centro de hemoterapía, en su propia página de internet. www.chemcyl.com y descubro con sorpresa e incredibilidad que el centro en cuestión es público, Pero yo creo, que no tan público, porque aunque es de la Junta de Castilla y León, lo regenta una Fundación y que está gestionado por el Patronato de dicha Fundación.
Reflexiones:
1. Más de lo mismo, enriquecimiento de empresas privadas en detrimento de lo público.
2. Sospecha de que puede que este gestionado dicho centro por familiares con información privilegiada.
(Que nadie se dé por aludido, he dicho que es una sospecha), y la libertad de expresión está en vigor que yo sepa.
3. Yo personalmente, soy defensora acérrima de todo lo público, y pienso seguir así.
4. La educación y la sanidad públicas. lejos de lo que muchos creen, es la mejor con diferencia. Cuenta con los mejores profesionales y los mejores medios. Dejémonos de esas patrañas de que lo público es para lo más bajo de la sociedad, recuperemos su grandeza de tiempos pasados. Y esto empieza por nuestro apoyo y convencimiento individual.
5. Basta de imagen, publicidad y de tanto escaparatismo. Quiero que el dinero de los ciudadanos vaya a finalidades íntegramente públicas, con trabajadores profesionales, estables y públicos.
6. Primacía a la efectividad y no a la estética, fuera intereses particulares de enriquecimiento.
7. Basta de tantas concesiones y conciertos, cuando quiera ver un “concierto” ya lo buscaré en las carteleras.
8. Lejos de animar con mi propuesta del día 11 de marzo a la solidaridad, digo: No sé si iré este año. Una ya se harta de que nos sangren, nunca mejor dicho, hasta con la propia sangre quieren lucrarse. (al menos con su gestión).
9. Entiendo que los enfermos no tienen ni culpa, ni pena, pero que no se desanimen, yo estaré para acercarme a un hospital cuando me necesiten, pero dudo muy mucho que vuelva al Centro de hemoteratía,
¡Qué me esperen sentados!
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