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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

II JORNADAS DE IZQUIERDA SOCIALISTA. 4 Y 5 DE FEBRERO FERRAZ

Izquierda Socialista-PSOE

 

Asamblea Federal

 

Madrid, 4 y 5 Febrero de 2006

 

La corriente de Izquierda Socialista-PSOE (IS-PSOE), reunida en Asamblea el 4 y 5 de febrero de 2.006, en la sede del PSOE Calle Ferraz nº 70 de Madrid, después de analizar diferentes temas de actualidad política, con la participación de Ponentes invitados, hace pública la siguiente DECLARACION:

 

1. La guerra de Irak, en marzo de 2003, ha sido el fenómeno que ha marcado las relaciones internacionales en este último período. Nuestra sociedad se conmocionó por los atentados del 11 de septiembre del 2.001. La respuesta norteamericana a este desafío terrorista, ha condicionando a la comunidad internacional a una polarización insensata entre dos fundamentalismos. Pero, cuando la administración Bush decidió embarcarse en una estrategia bélica para ocupar Irak no podía imaginar la respuesta masiva de los ciudadanos europeos y de otros países, así como la negativa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a secundar sus planes, reforzándose el “multilateralismo” como medio de resolver los conflictos internacionales.
En España, la victoria del Partido Socialista en las Elecciones Generales del 14 de marzo del 2.004 ha permitido rectificar la política exterior desarrollada por el gobierno del Partido Popular. La retirada de las tropas de Irak ha merecido el aplauso de toda la opinión pública progresista que ha valorado muy positivamente el cumplimiento de las promesas realizadas por José Luis Rodríguez Zapatero durante la campaña electoral.
Además,  el Gobierno del Partido Socialista ha decidido articular una alternativa a esta grave crisis internacional propiciando  una “Alianza de civilizaciones” y la adopción de compromisos con los “Objetivos del Milenio” adoptados por la ONU. Sólo el diálogo entre las distintas culturas podrá evitar el choque entre las civilizaciones y la solución bélica a los conflictos reforzando, además, la cooperación internacional para avanzar en la construcción de un mundo más justo, pacífico y solidario.
Por otra parte, ante los últimos acontecimientos ocurridos en el Sahara, IS-PSOE se solidariza con las luchas del pueblo saharaui y se manifiesta a favor de su derecho de autodeterminación a través de un referéndum, promovido y supervisado por la ONU.

 

2. Europa y la globalización neoliberal. El Gobierno socialista apostó con valentía y firmeza por superar el déficit político y social en la construcción europea, realizando el Referéndum ante el Tratado de una Constitución para Europa (TCE) en febrero de 2004. Desafortunadamente, el NO francés y holandés al TCE ha situado a la Unión Europea (UE) ante una parálisis institucional de incierto futuro para avanzar en el proceso de integración política, económica y social que viene realizando desde la II Guerra Mundial. Recientemente, intereses económicos e iniciativas como la Directiva de Servicios (la denominada Directiva “Bolkestein”), o la de Tiempo de Trabajo, han puesto en crisis el “modelo social europeo” que concilia crecimiento y reparto a través de la fiscalidad y un fuerte Estado de Bienestar, con un importante protagonismo sindical en las relaciones laborales y en el Diálogo Social con empresarios y gobiernos.
Por tanto, se requiere de forma urgente, desde el Partido Socialista Europeo y desde los Gobiernos socialistas en los países de la UE, una coordinación política y una decidida apuesta por preservar este “patrimonio social europeo”, restituyendo así la confianza de los ciudadanos europeos en próximas consultas ante el TCE, especialmente ante los nuevos países de la ampliación, evitando el “dumping social” y la competencia desleal entre países vecinos. Al tiempo, una UE fuerte y cohesionada aparecería como un “sujeto de referencia” alternativo a la globalización neoliberal.
En este contexto, saludamos el triunfo de la izquierda en las recientes convocatorias electorales realizadas en América Latina, especialmente en Chile y Bolivia, abriendo caminos para avanzar hacia una solución progresista de los problemas de desarrollo, pobreza y democracia largamente obstaculizados por la corrupción, el militarismo y la dominación económica de las multinacionales.

 

 3. En el plano de la política nacional, creemos que han sido muy acertadas y necesarias determinadas iniciativas legislativas adoptadas por el Gobierno socialista como la Ley contra la de Violencia de Género, la regulación de los trabajadores inmigrantes, la ampliación de los derechos cívicos y el nuevo concepto de ciudadanía que ha inspirado decisiones políticas de gran relieve como la legalización del matrimonio homosexual, entre otras. Estos avances, deberán de profundizarse en un futuro inmediato a través de un Estatuto de Laicidad, revisando los Acuerdos con la Santa Sede y apostando por una escuela pública laica, integradora con los inmigrantes y la población con menos recursos y asegurando una financiación suficiente.
Valoramos positivamente la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE), especialmente, la inclusión en el currículum escolar de la “Educación para la Ciudadanía”, aunque esta Ley ha quedado empañada por las excesivas concesiones a la patronal religiosa, comprometiendo el fortalecimiento de la enseñanza pública.

 

4. Consideramos muy positivos los esfuerzos realizados para lograr una reforma de los Estatutos de Autonomía que profundice en la reforma federal del Estado, asegurando la cohesión territorial. Nos parece esencial la contribución de la izquierda catalana para articular de una forma distinta la nación española. Es importante asumir que España es una Nación de Naciones. Creemos que la reforma del Estatuto catalán ayudará decisivamente a resolver los problemas que siguen esperando una respuesta en  el País Vasco. Han sido muchos años de violencia y de sufrimiento los que han debido soportar miles de ciudadanos. Creemos que hoy se abre una vía para erradicar definitivamente el terrorismo. El ejemplo de Cataluña muestra que es posible construir una nación sin etnicismos ni exclusiones, sin violencia ni intimidación.
Los socialistas hemos defendido siempre que la diversidad cultural no debe ir en contra de la cooperación y la solidaridad ínter territorial. El derecho a la diferencia no puede ser interpretado como una defensa de los privilegios de los más ricos, agravando la desigualdad  entre los territorios. Todos los españoles somos iguales ante la ley y debemos tener garantizados los mismos derechos y prestación de servicios por parte de los poderes públicos, independientemente de donde se viva o trabaje.

 

5. Poner en primer plano la “agenda social”. La vida política se ha centrado en este período de Gobierno socialista en cuestiones decisivas que atañen a la política exterior, a la política autonómica y a la extensión de los derechos de ciudadanía. Pero, los socialistas no podemos olvidar la cuestión social, “señas de identidad” de nuestra acción política desde que se fundara el PSOE. En este sentido, la denominada “agenda social”, además de lo realizado, deberá formar parte de las principales acciones de Gobierno, hasta finalizar la legislatura: el incremento del SMI y de las pensiones mínimas, la lucha contra la exclusión y por la integración social de los inmigrantes, la participación de los trabajadores en la empresa, la fiscalidad, la reforma del mercado laboral, el desarrollo sostenible y la ley de dependencia son algunos de los temas que deberán de profundizarse a través de un desarrollo progresista por parte del Gobierno socialista.

 

 6. La fiscalidad. Consideramos que la próxima reforma fiscal debe de realizarse con prudencia, evitando dar mensajes erróneos a los ciudadanos (¡No es verdad que bajar impuestos sea de izquierdas!) y desarrollando un ejercicio de explicación, de “pedagogía política”, del papel de la fiscalidad como factor redistribuidor, de equidad y de paz y cohesión social. En este sentido, cualquier reforma fiscal deberá dar mayor peso a los impuestos directos (IRPF, sociedades, “productos” financieros...) que a los indirectos, con un equilibrio impositivo entre las rentas del trabajo y las rentas del capital; garantizando los principios de progresividad, equidad y suficiencia recaudatoria, para asegurar por parte de los poderes públicos la prestación de  Servicios (Educación, Sanidad, Autonomía Personal...) de forma duradera. Así, el “escenario fiscal” debería “acompañar” a medio plazo (dos legislaturas) la apuesta socialista por un del Estado de Bienestar fuerte, acortando los 8 puntos del PIB que nos separan en este campo del resto de países de nuestro entorno. Los borradores de reforma fiscal que se han hecho públicos por el Ministerio de Economía y Hacienda no van en esa dirección y, en nuestra opinión, deberían ser replanteados.

 

7. Reforma del mercado laboral. El Gobierno socialista debe acabar con la precariedad de las condiciones de empleo que impiden poder adoptar un “proyecto de vida” digno por parte de cientos de miles de jóvenes y con la subcontratación abusiva, dadas las consecuencias negativas que conlleva en la siniestralidad laboral y en la seguridad. Al tiempo, se deberá potenciar la democracia económica a través de la participación de los trabajadores en la empresa, fortaleciendo el papel social de los Sindicatos de clase y desarrollando la Responsabilidad Social de la Empresas (RSE). 
Un Gobierno socialista debe de tener como principio que las reformas en este campo deben de ser en beneficio de los trabajadores y no en la dirección de disminuir o restringir derechos laborales consolidados.

 

8. Por un desarrollo sostenible. Con el concurso de las Organizaciones Empresariales y los Sindicatos, se debería de establecer un compromiso entre Gobierno y Parlamento, en torno al necesario cambio de nuestro actual modelo productivo: mayor atención a la Educación en todos sus niveles y en formación a lo largo de la vida, I+D+I,.. con esfuerzos de inversión y coordinación importantes, evitando el abandono industrial que produce deslocalización empresarial y desempleo.

De esta forma se podrá realizar la “transición” hacia un modelo de crecimiento sostenible que sustituya al “hormigón y el ladrillo” como motor de crecimiento especulativo con  consecuencias depredadoras para el medio ambiente y para un planeamiento territorial razonable. Esta respuesta resulta urgente e ineludible ante los retos de la sociedad del conocimiento y de nuestra creciente integración económica, política y social en la UE: Estrategia de Lisboa y Plan Nacional de Reformas (PNR), en el contexto de la mundialización.

 


9. Promulgación de la Ley de Autonomía Personal, cuarto pilar del Estado de Bienestar. La promulgación de esta nueva Ley, actualmente en fase de debate, debería de garantizar un nuevo derecho subjetivo (“atinente a las personas”), con la suficiente dotación económica, vinculación a la Seguridad Social y al Sistema Nacional de Salud de forma que, conjuntamente con otra Ley-Marco de Servicios Sociales, se haga realidad en nuestro país la construcción del cuarto pilar del Estado de Bienestar, acercándonos a los niveles de protección social  en la UE.

 

 

 

10. Recuperar la política para y con los ciudadanos. Con poco más de 25 años de Constitución y vida política en libertad, nuestro país necesita profundizar nuestra democracia, desarrollando la “democracia participativa”. No basta con pedir el voto a los ciudadanos cada cuatro años. La participación y compromiso con la “cosa pública”, especialmente por parte de los jóvenes, requiere de un fortalecimiento de Asociaciones, movimientos sociales, ONGs... y, especialmente, de partidos políticos y sindicatos de forma que sean los “canales naturales” del debate y compromiso ciudadano con los grandes retos que tiene nuestro país en el umbral del siglo XXI.
Esto supone revisar la Ley de Partidos Políticos y la Ley Electoral, garantizar la democracia interna en los partidos y organizaciones, regular las incompatibilidades y la limitación de mandatos o apostar por la transparencia en su financiación, entre otras medidas. 

 

Recuperar la credibilidad y confianza en la política, frente a la hegemonía de la economía y el mercado, como medio de resolver en sana convivencia los grandes problemas y conflictos que nos rodean: discriminación de la mujer, pobreza y exclusión social, medio ambiente, nuevos paradigmas culturales, emigración e inmigración, economía y empleo... se presentan como claves para evitar brotes de racismo y xenofobia, incluso, el riesgo de actitudes personales y electorales de extrema derecha, tanto en España como en Europa.

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