¿Es Ciudadanos un partido de centro?
Una peculiaridad de España, incluyendo Catalunya, es que, a consecuencia del enorme descrédito de las derechas en este país (acentuado sobre todo a partir del fin de la dictadura de derechas que gobernó España durante casi cuarenta años), no hay ningún partido que se presente como partido de derechas. De ahí que las derechas deseen presentarse como partidos de centro. Parecería, pues, que en España un partido se presenta como de centro cuando le avergüenza presentarse como un partido de derechas. Es así, pues, como se definen a sí mismos el PP y Convergència, y ahora también Ciudadanos, que es la versión renovada del PP (refiriéndose a él, a nivel de calle, como el “Frente de Juventudes del PP”). Objetivamente, el PP pertenece, en el Parlamento Europeo, a la familia conservadora-liberal, y Ciudadanos y Convergència a la misma familia liberal. Fuera de España, sin embargo, a las familias políticas conservadoras y a las liberales se las conoce como derechas. No así en este país, donde se las conoce e identifica como centro.
Esta diferente manera de definir los partidos políticos, sin embargo, crea bastantes confusiones. Por ejemplo, miembros del Parlament de Catalunya pertenecientes a Ciudadanos y al PP forman parte de la Asociación Catalana de Comunicación, Investigación y Estrategia Políticas (ACCIEP), que está promoviendo la fundación estadounidense The American Enterprise Institute, que es conocida en EEUU por su proximidad al Partido Republicano, un partido claramente de derechas (en realidad de ultraderecha). Su director es Arthur C. Brooks, autor de la Biblia de la ultraderecha estadounidense llamada Camino a la libertad: cómo ganar la lucha a favor de la libre empresa (The Road to Freedom: How to Win the Fight for Free Enterprise), un panfleto a favor del capitalismo sin guantes, en su versión más pura. Dicho libro es hoy el punto de referencia intelectual de la ultraderecha estadounidense y de América Latina.
Este señor fue invitado por la tal asociación a dar sus puntos de vista sobre Catalunya, conferencia en la cual definió los problemas de España y Catalunya y las posibles soluciones para este país. Según el Sr. Arthur C. Brooks, el problema de España (incluyendo Catalunya) es que el capitalismo de aquí es demasiado blando, con excesivas reglas y protecciones: se necesita un capitalismo más puro y más duro. Según él, hay demasiados impedimentos para que este pueda expresarse tal como es. También dijo que Europa debería “americanizarse”, que quiere decir adoptar el sistema económico y social de aquel país que, se caracteriza por su escasísima protección social.
En respuesta al “peligro” de que las nuevas fuerzas progresistas emergentes llegaran a gobernar, subrayó que permitir que España (incluyendo Catalunya) se convirtiera en país socialdemócrata sería una enorme pérdida para el mundo. Y hablando de Catalunya, su consejo fue que Catalunya debería transformarse en el Hong Kong de Europa. Hong Kong es la ex colonia británica situada en el continente chino que tiene menos protección social y laboral en aquel continente. Supongo que, para Ciudadanos (y para el PP), las declaraciones de tal personaje son declaraciones de una persona de centro.
La hipocresía de Ciudadanos (y del PP)
Una última observación. Muestra la baja talla intelectual de la derecha española (PP y Ciudadanos) que esté intentando centrar su estrategia electoral en la situación venezolana, en un intento de identificar la coalición Unidos Podemos con el gobierno que ha sido elegido en aquel país, y que según las derechas se ha transformado en una dictadura. La complicidad de los grandes medios de información y persuasión en promover esta percepción de lo que ocurre es absoluta, campaña dirigida por El País, un rotativo que también, por cierto, se define de centro. Tal diario también ha intentado convencer (como también lo han hecho el PP y Ciudadanos) a su decreciente audiencia de que Podemos está financiado por el gobierno venezolano, en contra de la evidencia existente y confirmada por los tribunales españoles, que han concluido, todos ellos, que ello no es cierto.
Independientemente de las simpatías que uno tenga por aquel gobierno, es necesario recordar dos hechos que muestran la enorme hipocresía de las derechas en España. Uno es que todos los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos indican que es en Honduras donde tales derechos están siendo violados diariamente, con asesinatos continuados de dirigentes de movimientos sociales, periodistas y sindicalistas, realizados con la autoría y/o complicidad del Estado y de los partidos gobernantes que pertenecen a las mismas familias políticas –la conservadora y la liberal- a las cuales pertenecen el PP y Ciudadanos. Incluso en el caso (más que improbable) de que las acusaciones de violaciones de los derechos humanos hechas por las derechas españolas en contra del gobierno venezolano fueran ciertas, tales violaciones palidecen frene a las que están ocurriendo en Honduras. Pues bien, tales partidos y tales medios (que se definen todos ellos de centro y grandes defensores de los derechos humanos) han permanecido en un silencio ensordecedor sobre lo que ocurre en Honduras, mostrando, con este silencio, que en realidad los derechos humanos no les importan en absoluto. Lo que les importa es utilizarlos vergonzosamente para atacar a Unidos Podemos en España. Su interés en Venezuela parece traducir su deseo de alejarse de España, donde la aplicación de las políticas de austeridad que el PP y Convergència han estado imponiendo a España y a Catalunya, con el aplauso de Ciudadanos, ha dañado enormemente los derechos laborales y sociales de sus clases populares. De ahí su interés de que la atención se desplace hacia Venezuela. Así de claro.
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