El fracaso del socialismo liberal
Ya en 2006 predije qué era lo que ocurriría en España y también lo que le pasaría al partido mayoritario de las izquierdas españolas, el PSOE. En mi libro El subdesarrollo social de España: causas y consecuencias, escrito aquel año, hice una crítica del pensamiento económico del PSOE prediciendo lo que pasaría. Y ha pasado. La caída casi en picado del apoyo popular al PSOE a partir de la crisis (y, lo que es más importante para explicar el declive, a partir de la respuesta del equipo económico a la crisis) era totalmente previsible.
En lugar de alegrarme de haber acertado en mis estimaciones, me apena llevar razón, pues hubiera sido mejor para el país que yo estuviera equivocado. Las consecuencias de lo ocurrido para España han sido enormemente negativas. En realidad, la respuesta del equipo económico del gobierno Zapatero a la crisis preparó el terreno para el desarrollo de las políticas neoliberales del gobierno Rajoy. El camino a seguir lo estableció el gobierno Zapatero, aunque el Ejecutivo de Rajoy lo haya transformado en una autopista muy ancha, con cinco carriles, por los cuales pasan todas las políticas más duras del neoliberalismo.
Ni qué decir tiene que el gobierno Zapatero dio pasos positivos -algunos muy positivos- en las áreas de defensa de los derechos humanos, de igualdad de género y también en varias áreas sociales. Pero en las áreas económicas su comportamiento y respuesta eran de libro de texto liberal. Esta doctrina económica quedaba bien plasmada en el libro titulado De nuevo socialismo, del que era mentor en Economía del candidato (y más tarde presidente) Zapatero, el economista Jordi Sevilla.
En el libro, Sevilla subrayaba la necesidad de bajar impuestos, establecer un tipo único de gravamen, quitar énfasis de las políticas redistributivas, no subir el gasto público, liberar lo que llamaba las energías del sector privado y priorizar el mercado como sistema de reparto de recursos mejor que la intervención pública. Este libro utilizaba un discurso, una narrativa y una argumentación idénticos a los utilizados por los autores de inclinación liberal, a la que debería referirse ahora como neoliberal por su dureza. El famoso discurso del presidente Zapatero en 2005, en el que sostuvo que “es de izquierdas bajar impuestos”, derivaba directamente de ese pensamiento económico (ver el capítulo 1.3 “El debate sobre la estrategia socialista: el nuevo socialismo” de la cuarta parte de El Subdesarrollo Social de España, páginas 276-283).
Al discurso del presidente Zapatero siguió la reforma fiscal de 2006 que rebajó sustancialmente los impuestos, creando, en 2008, un agujero en las cuentas del estado de nada menos que 27.223 millones de euros, que se intentó tapar, al iniciarse la crisis, a base de, entre otras medidas, la congelación de las pensiones. En realidad, el ahorro que el gobierno Zapatero intentó conseguir con esa medida (1.200 millones de euros) se habría podido conseguir revirtiendo la bajada del impuesto de sucesiones (2.552 millones de euros), la del impuesto de patrimonio (2.100 millones) y/o la de impuestos de las personas que ingresaban más de 120.000 euros al año (2.500 millones de euros).
Jordi Sevilla había incluso propuesto la introducción de seguros privados en la sanidad pública, a fin de corregir los déficits de gasto público existentes en el sector sanitario. El impacto de esta medida habría facilitado la polarización por clase social de la sanidad pública española, tal como ocurre en Catalunya.
La línea liberal aparecía también en las posturas defendidas por Miguel Sebastián, coordinador -al principio- del programa electoral económico del PSOE y, más tarde, asesor económico del presidente Zapatero, antes de pasar a ser ministro de Industria. Coincidiendo con Jordi Sevilla, subrayó en varias ocasiones (ver su artículo en El País. 14 de abril de 2002) la necesidad de bajar impuestos y no aumentar el gasto público, lo cual significaba que España continuaría siendo uno de los países de la Eurozona con menos ingresos al Estado y menos gastos en su Estado de bienestar. Las propuestas de no aumentar el gasto público de Jordi Sevilla y Miguel Sebastián se hacían en uno de los países, España, con el gasto público (incluido el social) por habitante más bajos de la UE-15, el grupo de países con un desarrollo económico similar al de España.
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Fernando Sanz Cantalapiedra -