Tiempo de Silencio
’’Tiempo de silencio’ es Una excelente novela de Luis Marón Santos que se publicó en 1962, sin dejar de ser víctima de la censura de la época. Una novela en la que el autor, con una técnica narrativa muy novedosa y una profunda ironía, nos muestra el panorama completo de los estratos sociales de los años 40. Al final de la novela, su personaje principal, Pedro, fracasado y derrotado se ve condenado a un tiempo de silencio en el que acaba reflexionando: << Por aquí abajo nos arrastramos y nos vamos yendo hacia el sitio donde tenemos que ponernos silenciosamente a esperar silenciosamente que los años vayan pasando y que silenciosamente nos vayamos hacia donde se van todas las florecillas del mundo>>.
En estos tiempos de crisis y dificultades parece que desde las estructuras de poder se quiere instaurar ese tiempo de silencio, por supuesto, en beneficio de los ciudadanos y del interés general. Se nos pide silencio frente a lo que parece inevitable como si fuéramos los culpables de esta situación; pidiéndonos que nos quedemos en casa, que no protestemos y que no interpretemos la realidad ni busquemos alternativas, haciendo un gesto de confianza hacia nuestros dirigentes que, más bien, parece un acto de fe.
Cada vez son más los que desde su púlpito, con aire mesiánico y visionario, buscan esa mayoría silenciosa alejándonos del debate y del intercambio de ideas, intentando hacernos creer que nuestro silencio es la base de nuestra unidad y de nuestra fortaleza.
Recordándonos en cada momento que unos son los que tienen la capacidad de razonar y otros tenemos la de asentir, evitándonos la difícil tarea de pensar, opinar o criticar.
En muchos casos los dinamiteros del pasado son los anestesistas del presente sin darse cuenta que silencio no es sinónimo de responsabilidad ni sumisión ni sinónimo de unidad. La responsabilidad es un deber de todos que tiene que ser propiciada por los que ejercen el poder, buscando la unidad desde la lealtad, la democracia, la tolerancia, el respeto y, sobre todo, desde la generosidad.
Estos momentos difíciles no son tiempo de silencio, sino que son tiempo de compromiso, de ciudadanos libres alejados del yugo de la razón y de la verdad que, desde la reflexión y la crítica, sean partícipes de la construcción de su mundo que es el de todos.
Cecilio Vadillo
(2-11-2012 el dia de valladolid)
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