Iniciativa por una asamblea constituyente europea.

Reunidos en Paris el 23 y 24 de febrero de 2007, a pocas semanas de las elecciones presidenciales francesas, a pocos meses de la conclusión de la presidencia  alemana, a dos años de las próximas elecciones del parlamento europeo, nosotros, representantes de diversas corrientes de la izquierda europea, lanzamos un llamamiento en favor de una Asamblea Constituyente Europea. Invitamos a sumarse a esta iniciativa a todos aquellos que quieren actuar para obtener una salida positiva a la situación actual, extrayendo las lecciones de las vías sin salida a las que nos conduce la presente deriva anti-democrática en la construcción europea y, finalmente, dando el poder a los ciudadanos de Europa.

El proyecto de Constitución Europea negociado entre los dirigentes europeos ha sufrido una derrota muy dura. Ha sido rechazado por los electores en dos países, Francia y Holanda,  fundadores de la Unión Europea. Y, seguramente, habría sido rechazada en algún otro país en el caso de haberse sometido a referéndum. Porque cada día aumenta más la brecha entre lo que espera la mayoría  de los ciudadanos europeos y el camino seguido por la construcción europea.

Pese a todo, existe la tentación de pasar por encima del resultado negativo de los referéndum francés y neerlandés. Ángela Merkel ha expresado esa voluntad en más de una ocasión. Rechazamos el planteamiento que afirma que habría, por un lado, 18 países favorables al proyecto de Tratado Constitucional y, por el otro, dos países a los que habría que rodear. Tal actitud oculta el hecho de que de los 18 países que se han declarado favorables a la Constitución, solamente dos la han ratificado por referéndum, que siete de esos países no la han ratificado y no están preparados para hacerlo. Esta actitud solo puede reforzar los nacionalismos y enfrentar los pueblos los unos contra los otros.

Existe, igualmente, la tentación de pasar por encima de la opinión de los pueblos para continuar la construcción europea. Estimamos, al contrario, que el "no" francés y neerlandés debe abrir una nueva fase en la construcción europea buscando mediante el debate público el apoyo popular. Por eso esperamos de Francia algo mejor que la propuesta hecha por Nicolas Sarkozy, candidato de la derecha liberal a las elecciones presidenciales francesas, de un mini tratado, negociado en el secreto de los intercambios diplomáticos, y ratificado tan solo por la vía parlamentaria.

Para garantizar la paz, construir el progreso social y promover un nuevo orden mundial, necesitamos a Europa, pero necesitamos otra Europa. Es ilusorio creer que podremos construirla sin sus ciudadanos y, aun menos contra su opinión. Queremos al contrario refundar la Unión Europea sobre la soberanía popular, sin ella ninguna decisión es legítima. Hay que acabar con las negociaciones secretas, con los textos incomprensibles, con las instituciones en las que personas designadas concentran la mayor parte del poder mientras que las que son elegidas apenas tienen ninguno.

Hace falta que,  por fin, los ciudadanos europeos puedan escoger la orientación que quieren ver aplicada en Europa.  Por todo ello exigimos que la Constitución que necesita Europa sea el resultado de un amplio debate público en el que los ciudadanos tengan la última palabra. En consecuencia pedimos la convocatoria de una Asamblea Constituyente que permita adoptar de manera transparente y democrática el texto de una futura Constitución europea que deberá ser sometida a referéndum.

http://www.psoe.es/ambito/izquierdasocialista/news/index.do?action=View&id=119300