Estamos de vuelta
Han pasado unas semanas desde que escribí las últimas líneas para ELPLURAL.COM. No ha sido por falta de ganas, ni por falta de asuntos de los que hablar. Más bien todo lo contrario.
Desde que comenzamos la campaña para las primarias a secretario general en el PSOE la agenda ha estado llena de experiencias, los días parecían no tener horas suficientes para llegar a tiempo a todas partes: reuniones en la coordinación de la campaña en la que tomé parte activamente (apoyando al candidato de nuestro proyecto, José Antonio Pérez Tapias), charlas para explicar el programa que defendíamos, entrevistas con distintos grupos de interés para escuchar sus propuestas… Fueron unos tres meses aproximadamente en los que ni un sólo día dejamos de trabajar con la ilusión de mantener vivo un proyecto que fue al principio casi un sueño y que poco a poco tomó cuerpo.
El primer objetivo fue conformar el equipo de trabajo, sumando a gente que quería realmente cambiar el PSOE para bien. Una experiencia apasionante, pues pude disfrutar al ver cómo muchísima gente, tanto militantes como no militantes se sumaron al trabajo voluntario de darle vida a una ilusión. De la noche a la mañana cientos de personas aparecieron por todas partes: alguien se ofrecía para hacer una página web, alguien se ofrecía para llevar al candidato donde hiciera falta, alguien para hacer las fotos y los vídeos, los dibujos, encargarse de las redes sociales, del contenido de las propuestas… Un equipo formado por gente con experiencia (como Vicent Garcés, Andrés Perelló, Juan Antonio Barrio, Santesmases, y otros muchos de quienes no se deja de aprender), por gente joven de aquí, de allá y todos con las mismas ganas. Sin dormir, a penas sin descansar, pero cualquiera sabe que cuando se tienen ganas y se cree en algo, no hay cansancio. Sobre todo nos retroalimentábamos al ver que todo el mundo estaba en cuerpo y alma por la misma causa, y sin duda, vivir algo así merece la pena. Y en la mayoría de los casos, seguimos hoy los mismos al pie del cañón, lo que demuestra que no había más interés que el de construir una alternativa, no llegar por intereses personales. Quien así lo entendió ya ha ido abandonando el barco.
Conseguimos los avales, algo que parecía imposible al iniciar la aventura. Porque mirábamos al horizonte y seguíamos pensando que siendo continuamente ninguneados por los medios de comunicación, por muchas de las agrupaciones de nuestro partido donde parecía que solamente había dos candidatos (cuando en realidad había más de diez), lo íbamos a tener muy difícil. Pero sabíamos que no era imposible. Y tuvimos obstáculos de todos los tamaños, en todo momento, pero no nos rendimos y continuamos remando. Gente que se iba conociendo después de haber trabajado juntos durante días y noches sin parar (una de las cosas más bonitas fue poner cara a quienes estaban a cientos de kilómetros y darnos un abrazo que cargaba las pilas para continuar). Todos nos esforzamos aportando lo que pudimos, ideas, talento, donaciones económicas y esa energía hizo que en mi caso, el hecho de estar a punto de dar a luz sumase una ilusión más al proyecto.
Llegamos hasta el final. Conseguimos que José Antonio Pérez Tapias pudiera estar entre los tres candidatos finales. Los medios nos dieron cierto espacio, y hasta creímos poderlo conseguir. En cierto modo lo hicimos: porque lo que creamos entonces supuso el reconocimiento a muchas personas que venían trabajando en Izquierda Socialista durante muchos años; y a ellos se sumaron muchos otros que a día de hoy siguen ampliando el equipo.
No son pocas las voces que nos dicen que viendo cómo están transcurriendo los hechos poco tenemos que hacer dentro de un partido que parece negarse a cambiar, por mucho que lo diga su actual dirección. Son muchas personas, tanto militantes como no militantes las que nos animan a formar un partido nuevo, aunando la experiencia de conocer una organización centenaria con la necesidad que la sociedad tiene de un partido consistente de izquierdas. Pero todavía, a día de hoy, seguimos considerando que nuestra presencia activa en el PSOE tiene sentido: por todos aquéllos que necesitan respuestas reales a los problemas del día a día. Por todos aquéllos que siendo socialistas no se resignan (no nos resignamos) a tener que hacer la maleta porque en nuestra casa no nos quieren escuchar, a pesar de que cada una de las denuncias que ha venido haciendo Izquierda Socialista se hayan hecho evidentes con el paso de los años. Seguimos trabajando y seguiremos hasta el día en que realmente no queden más batallas que luchar. Un acercamiento a la derecha por parte del PSOE podría ser ese motivo si llegase el caso.
Hace un par de días participamos en el Comité Federal donde expusimos nuestro punto de vista. Sin novedades, manteniendo los mismos mensajes que defendimos durante la campaña, y mucho tiempo antes (le recomiendo que, si le interesa saber lo que allí aconteció, lea esto). Lo hizo Pérez Tapias (Tapiax) en nombre de todos nosotros y aquí seguimos, “los de la irreductible aldea Gala”, apoyando y remando en la misma dirección. Aguantamos contra viento y marea y no dejaremos de ponerlo negro sobre blanco: estamos aquí porque queremos que el PSOE sea realmente la alternativa a esta derecha que está segando los derechos de la ciudadanía, que está destrozando el Estado de Bienestar. Y no queremos que sea la única, pues defendemos la unión con todos los que creen en la izquierda. Consideramos de vital importancia inyectar democracia dentro de las filas socialistas, que desgraciadamente cada día sufre una sangría por no darle voz a su militancia, por no querer escuchar ni empatizar con una sociedad desprotegida. Defendemos un partido político con contenido y con sentido. No posibilista, no pragmático en desmesura.
No nos vamos, no nos callamos. No nos resignamos (¿Se ha preguntado dónde están los críticos del PSOE? Pues le invito a leer esto). ¿De qué sirve pasarse la vida tratando de crear algo nuevo desde cero sin tratar de arreglar lo que ya existe y tiene todo el potencial? La respuesta está en un partido con más de cien años de historia, en sus casas del pueblo, en la militancia que sabe bien que su pertenencia a este partido no es cuestión de modas ni de cabreos sobrevenidos. Esa militancia, la que está dolida y callada, la que en muchos casos abandonó el barco es la que queremos y necesitamos recuperar. Y quienes buscan respuestas y sienten que quizá el PSOE no sea la adecuada al menos merecen saber que hay quienes luchamos para que más pronto que tarde lo sea. Que al menos no nos quede la sensación de no haberlo intentando.
Trazar las líneas rojas del hasta dónde estamos dispuestos a aguantar será la siguiente decisión que deberemos tomar, no cabe duda. Un PSOE que parece no querer escuchar ni empatizar no tendrá siempre un ejército galo dispuesto a batallar llegado el momento. No sólo de ilusión nos alimentamos. Por eso estamos trabajando duro, para hacer entender que solamente desde la coherencia, desde el compromiso, las ideas y los ideales se puede dar la lucha necesaria al neoliberalismo más atroz que está arrasando tantas vidas. Y desgraciadamente los primeros que lo tiene que entender son nuestros compañeros de partido.
Es difícil de entender para quienes no luchan, pero será que encontrar nuestra Galia ha sido la inyección que a muchos nos hacía falta para seguir batallando. La puerta está abierta. Si es usted de izquierdas, si está dispuesto a trabajar por y para los demás y no le pesan unas siglas, será bienvenido. Nosotros estamos de vuelta.
Beatriz Talegón es presidenta de Foro Ético
@BeatrizTalegon
0 comentarios