Reflexiones de una humilde militante de Izquierda Socialista.
Queridos compañeros de caminos, inquietudes y fatigas:
Una humilde militante de Izquierda Socialista, que siempre ha amado los fundamentos del socialismo, esos que preconizaba antaño el Partido Socialista Obrero Español, los cuales hicieron que sencillos ciudadanos nos ilusionásemos por un futuro lleno de esperanzas, de oportunidades, de libertades y respeto en las ideologías individuales, religiosas, culturales y de asociacionismos, de igualdades entre personas, quiere expresar hoy su sentir profundo.
Lejanos quedan aquellos años en los que sufrimos, unos más que otros, porque queríamos que nuestras voluntades o deseos se pudiesen plasmar en las urnas, en unas elecciones democráticas. Recuerdo en este punto a familiares, amigos y conocidos que ya no están entre nosotros, el nerviosismo, la alegría y el entusiasmo que contagiaban hasta a los más pequeños de la casa el primer día que pudieron ir a votar. El hincapié y el esmero que pusieron en decirnos a los que no pudimos en aquella ocasión ejercer el derecho al voto, que nunca olvidáramos cuánto esfuerzo y cuántos años habían empleado en aquel añorado momento, he de reconocer que muchos de los “míos” lloraron, y lloraban de emoción, Después de ver la participación en las pasadas elecciones al parlamento europeo, y en las anteriores nacionales y en las anteriores municipales,…. Se me rompen las entrañas, al comprobar que ni tan siquiera el 50 % de los votantes ejerce su derecho al voto, y no creo que sea mucho pedir que aunque no nos gusten los candidatos, aunque nos sintamos cada día más huérfanos, hemos de ir a votar aunque sea en blanco o nulo, aunque sólo sea por respeto a nuestros antepasados.
Y digo yo: ¿A quién despreciamos? ¿A los políticos, al sistema o a nosotros mismos?, la gran mayoría estamos dormidos, me incluyo, actuamos como autómatas. Se lanzan unos mensajes y todos los repetimos: “estamos en crisis”, “todos los políticos son iguales”, “todos unos chorizos”, “los mismos perros con distinto collar”… Y por qué no nos implicamos, porque lo cómodo es dejarse llevar, lo cómodo es quejarse, lo cómodo es no hacer nada, lo cómodo es criticar. Y pienso que eso es lo cómodo pero también lo peor, dejemos de ser autistas y emprendamos la acción, si no se pueden lograr grandes grupos, mejor dicho equipos, ayudémonos entre los que tenemos cerca.
Cierto es que del Partido Socialista Obrero Español, sólo queda lo de partido, y no precisamente por lo de equipo, sino por su connotación peyorativa, de división incluso me atrevería a decir de extinción. En cuanto a la palabra socialista ya se “prostituyó” en el segundo gobierno de Felipe González. Se vislumbró un período de resurgir en la primera legislatura de Zapatero para volver a caer en el más fondo del fango en la segunda y más concretamente en mayo del 2010, y ahí es donde yo encuentro que en la sociedad, fuera de la militancia o de la afiliación, entre los que no van a votar, más de un 60 % de la población votante, se encuentran los auténticos socialistas por sus actos. Por supuesto, lo de OBRERO que tendría que ser el pilar hace tiempo que se desplomó o descolgó, si nos hemos olvidado de las masas que sustentaban el sentido de este partido porque iban a ser beneplácitos con él, y lo de español se conserva porque no se puede cambiar de territorio que si no ya veríamos, aunque en realidad España se ha vendido o al menos las empresas que eran rentables. Hasta su símbolo, la rosa roja, se ha ido desdibujando hasta perder su color y sus espinas, precisamente ahora que es cuando más espinoso es el caminar de los obreros, perdiendo derechos y bienestar y ganando cargas de trabajo e impuestos que apenas pueden soportar para pagar una deuda que no les corresponde porque ellos sí que son estupendos gestores, que con mil euros pagan hipotecas y malviven con lo que les queda.
Como dice la canción ¿a quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga? Pues claro que importa, si sólo hemos sabido actuar como deidades en nuestras grandes poltronas, con grandes sueldos, con coches espectaculares, todo ello aderezado por enormes casos de corrupción con ninguna o casi ninguna consecuencia, cómo es que nos extrañamos de la lejanía y el desprecio que nos muestran los ciudadanos. Algunos de los mal llamados socialistas solamente han pretendido estar calentitos, mirarse su propio ombligo y desdeñar a los que realmente son socialistas y obreros que no llegan a fin de mes, (los que aún tienen empleo), que se quedan sin casa, que ven reducido su salario o que tienen que subsistir por la caridad de sus parientes jubilados o de otras instituciones sociales.
Por no hablar de aquellos que se han quitado la vida, que parece que o se está teniendo en cuenta el suicidio existe aunque se vete hablar de ello. A veces pienso en la sabiduría de los refranes: “no pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió”, o “quien te ha visto y quién te ve”. Y aquí quiero creer que “ni son todos los que son ni son todos los que están”, alguno se salvará y lo agradezco de corazón.
Surgen nuevos movimientos sociales, partidos políticos y les deseo lo mejor, porque creo que nacen desde la ilusión de cambiar las cosas, algunos hasta tienen el nombre de una persona, que si volviese a nacer se moriría del susto, Pablo Iglesias.
Sé que desde la ilusión y la motivación son buenos antídotos contra la frustración, pero me temo muy mucho que está lleno de utopías. Me alegra que queráis cambiar las cosas, pero advierto no cometáis los mismos errores. Un líder sí, porque no todo el mundo sirve para el liderazgo, pero no os centréis en las mismas caras, que para mí ha sido el peor de los errores del partido socialista, parece ser que cuatro personas, son las que tienen que estar en cinco sitios a la vez, ni que no hubiese otros relevos cuanto menos igual de válidas, digo yo.
Quiero agradeceros compañeros de Izquierda Socialista vuestra comprensión, vuestra amistad, vuestros anhelos que son los míos porque sin vosotros yo ya me habría desilusionado y con vosotros sé que quedan rescoldos del Partido Socialista Obrero Español para rato. Es un contrasentido, que el propio partido nos haya humillado, se haya pensado que somos un grupo de “cuatro” amigos románticos y trasnochados, mis esperanzas están en vosotros, en que se vean nuevas caras que vivan la realidad de la calle y en el entramado social, es decir auténticos socialistas y no “socioslistos” como bien decía una persona a la que yo apreciaba mucho Claudio López Serrano.
Por cierto, un Afiliado igual a un voto, pero a ver quiénes son los candidatos porque yo me duermo cada vez que vemos el NODO, digo las noticias.
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