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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

Repago a ritmo de -guacamole-

El Gobierno ha decidido en México incumpliendo de nuevo sus compromisos electorales, poner en marcha un nuevo impuesto, en este caso a la enfermedad, mediante el incremento del pago (repago) por receta médica a los pacientes: el medicamentazo.

Se trata de un fraude electoral, porque fue el PP quien en campaña electoral, negó más de tres veces, que fuera a poner en marcha el repago o copago de medicamentos. Las líneas rojas han saltado por los aires en tan solo cien días.

 

“Una devaluación de la renta de los pensionistas”
Un doble fraude porque el nuevo Gobierno que, a bombo y platillo, anunció recientemente la descongelación de las pensiones, ahora pone en marcha la tasa farmacéutica a pensionistas después de incrementarles el IRPF. Una devaluación de la renta de los pensionistas.

 

Pero lo peor es que este nuevo incremento a la enfermedad es injusto, contraproducente e ineficaz. Un sacrificio injusto y un símbolo de sumisión.

 

“Lo lógico sería que ricos y sanos paguen por los enfermos y pobres”
Es injusto porque hace recaer la financiación del Sistema Nacional de Salud público y universal sobre los enfermos, cuando lo lógico sería mejorar la progresividad de los impuestos generales para que ricos y sanos paguen a enfermos y pobres. En eso se basa el Sistema Nacional de Salud.

 

Es contraproducente porque el incremento, o la puesta en marcha del precio por fármaco, no aborda el problema del exceso de gasto en medicamentos, porque éste depende de las empresas y la Administración, no de los pacientes y eso no se toca. Contraproducente también porque lejos de disuadir el simulador o frecuentador de la sanidad discrimina al enfermo en particular al crónico y de menor renta, por muchas exenciones que ponga en marcha el Gobierno, para endulzar la amarga medicina.

 

“Reducirá sustancialmente los ingresos”
Pero es una medida ineficaz porque precisa un sistema de recaudación y de gestión que no tenemos y que reducirá sustancialmente los ingresos que se pretenden incrementar. Lo comido por lo servido.

Lo peor es que existen alternativas justas y eficaces en el ámbito de las empresas farmacéuticas y la organización de la sanidad. Mejor que tocar el precio al ciudadano, es reducir el gasto del Sistema Nacional de Salud en medicamentos inducido por las multinacionales.

 

“El Gobierno no está dipuesto a discutir con las multinacionales”
Existe en estos momentos un sobrecoste de nuestros medicamentos que podría reducirse sustancialmente mediante genéricos y rechazando la financiación de fármacos de diseño que no aportar ventajas terapéuticas.

Pero claro eso significaría discutir con las empresas multinacionales de la farmacia y el Gobierno no está dispuesto a ello. Prefiere mano dura con la ciudadanía y manga ancha con las empresas. Otra vez más la ley del embudo.

 

“El Gobierno aprovecha la crisis para entregar el mercado de la salud a sus amigos”
Lo dramático es el oportunismo del Gobierno que se aprovecha de la crisis y el miedo para convertir el derecho a la salud en un mercado para sus amigos. Porque los repagos no vienen solos, se acompañan de recortes y privatizaciones que apuntan al cambio de modelo público y universal por otro dual: básico para los ciudadanos de a pie y de calidad y precio para las rentas medias altas y altas.

La resistencia y las movilizaciones de profesionales, sindicatos y ciudadanos es imprescindible, en defensa de la sanidad pública.

Gaspar Llamazares es diputado de IU y portavoz de su partido en las Comisiones de Sanidad y Justicia en el Congreso de los Diputados

elplural.com

 

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