Mercado y socialdemocracia
Dicen, cuentan, que la izquierda europea está de capa caída, ya que ante la crisis no ha sido capaz de aportar soluciones propias, cuando tenía una ocasión pintiparada para hacer valer sus ideas y enderezar los entuertos del capitalismo. Y citan el caso de España. Los socialistas en el Gobierno se quedaron primero paralizados, sin tomar medidas cuando empezó el retroceso de la economía, y, luego, cuando las toman, recurren a recortar el Estado de bienestar, lo que parece un despropósito para quienes ese bienestar es una de sus principales metas.
Ocurre, sin embargo, que todo o casi todo en la historia tiene su lógica. La razón principal de esa falta de protagonismo de la izquierda es que vivimos en una economía de mercado. Además de la gran ventaja que supone no tener hoy por hoy sustituto conocido, ese sistema, cuando va bien, resulta eficaz, tanto que con él, aunque los ricos se hagan más ricos, también permite que avance el Estado de bienestar tan caro a los socialdemócratas. Estos se olvidan entonces de que el sistema no es un paradigma de equidad, ni siquiera de racionalidad, tampoco de estabilidad. Llegan inevitablemente los años de vacas flacas y se producen los desequilibrios que estamos padeciendo entre economía real y economía financiera, inversión y consumo, gasto público y estímulos estatales, ajustes internos y globalización, problemas urgentes y mejoras a largo plazo, amén del consiguiente y abultado desempleo que es la antinomia del Estado de bienestar.
..........
0 comentarios