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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

Igual que siguen defendiendo que ETA puso las bombas el 11-M, seguirán diciendo que hubo mala práctica en el Severo Ochoa

- Tres años después de haber sido señalado y acusado, de que hubiesen llegado a llamarle "Doctor Muerte" ¿Qué sintió cuando conoció la sentencia que obliga a archivar el caso y niega la mala práctica de la medicina y el archivo del caso?
Mucha satisfacción. Creo que todos, todo el equipo, nos merecíamos esta enorme alegría, que tenía que llegar en algún momento.

-¿Cree que se puede reparar de algún modo todo lo acontecido durante estos tres años, a nivel personal, a quienes han sido acusados injustamente, según acaban de dictaminar los tribunales?
El daño que nos han hecho a los profesionales es irreparable. A nivel personal, yo tenía un proyecto, que era muy bonito, pero sé que las situaciones en la Sanidad Pública, son transitorias. Pero para todo el personal del equipo de urgencias, lo que ha supuesto la enorme calumnia sobre su trabajo y dedicación, es un daño irreparable. Algunos compañeros, jefes del servicio, fueron apartados del Hospital y Trasladados en un acto de represión antediluviana, sin que nadie se tomara la molestia de motivar su cese. Nos hicieron pasar un auténtico calvario por apoyar y creer en un tipo de medicina y en la dignidad como ser humano. En resumen, para todos nosotros y para el propio hospital Severo Ochoa, el daño es irreparable.

-¿Y para los pacientes y usuarios de la Sanidad Pública?
Yo prefiero hablar de pacientes, es un término que me parece más humano. A todos los pacientes se les ha creado una duda, se les ha inoculado el miedo a recibir una asistencia. Es como si les coartaran sus derechos y libertades, porque ahora van atemorizados. El daño es irreparable, pero creo que era lo que buscaban quienes provocaron todo el conflicto. Es un daño intencionado.

-¿Los médicos tienen miedo ahora de aplicar ese tipo de medicina, para dignificar el momento de la muerte de un enfermo terminal?
Es un tema muy sensible. Hablamos de la calidad de la muerte. Y esas prácticas que se aplicaban en el Severo Ochoa eran habituales, aunque costaba trabajo llevarlas adelante en determinados colectivos médicos. Bien, pues después del caso del Severo Ochoa, la mala práctica de la medicina ha aumentado, pero por omisión de tratamiento. Hay temor a dignificar la muerte de un enfermo terminal por miedo a represalias. Y en este tiempo, ha habido muchas malas muertes: pacientes que han fallecido sufriendo lo indecible, pudiendo haber evitado que fuera así. Eso también es irreparable.

-Usted, que ha sido la cara visible de todo este asunto ¿ha hablado con algún responsable del Gobierno de la Comunidad de Madrid?
Bueno, al principio. Poco después de mi cese, el 11 de marzo, me llamó por teléfono el viceconsejero de Sanidad, el señor Canalda. Tuvimos una conversación telefónica en la que me dijo que los inspectores habían elaborado un informe y pregunté por las conclusiones. Yo quería saber concretamente si el informe hablaba de mala práctica y el me dijo que no, que en ningún momento se hablaba de mala práctica, porque no se había podido confirmar, pero que sí se mencionaban irregularidades administrativas. Dicho esto, me comunicó que mi cese provisional pasaba a definitivo y que cesaban al Director Médico y al Gerente. Y yo insistí: "¿pero no ha habido mala práctica?" Volvió a decirme que no y me preguntó qué pensaba hacer. Le contesté que hablar con mis abogados y me preguntó si estaría dispuesto a ir a trabajar a la Consejería de Sanidad. Vi claro que querían quitarme de en medio llevándome a un despacho y por eso me negué. Le contesté que yo fui el primer médico que llegó al Severo Ochoa y que yo terminaría mi asistencia en el Severo Ochoa. Esa fue la primera y última vez que hablé con algún miembro del Gobierno de Madrid.

-Desde el Gobierno de Madrid están hablando de esa sentencia...
Sí, pero no conmigo.

-¿Tampoco sabe nada del Consejero Lamela, hoy de Obras Públicas y entonces de Sanidad, que tomó el caso Severo Ochoa como algo personal y tanto empeño puso en desmantelar aquel equipo médico?
Nunca he hablado con ese señor.

-¿Qué opinión le merece que el señor Lamela esté desaparecido, de vacaciones, desde que se conoció el auto y que la presidenta de Madrid diga que no tiene nada que decir al respecto, porque ya no es consejero de Sanidad?
Me parece normal. Todo lo que había salido en la prensa hasta ahora del Caso Severo Ochoa, aparecía convenientemente "filtrado" a la prensa enemiga, para que nos atacara. Sin embargo, como esta decisión judicial se refiere a un recurso particular, del Doctor López Vara y mío, los primeros en enterarnos fuimos nosotros y los únicos a quienes se comunicaba esa decisión. No tenían preparada una estrategia para responder. Y por eso se ocultan, despistan y dicen las idioteces que dicen. Han dicho que el Gobierno de Madrid no se personó, que era cosa de los fiscales; que hay mala práctica, porque tampoco se ha demostrado lo contrario...En cuanto al señor Lamela, hace un año dijo que no iba a hablar más del caso Severo Ochoa. Casualmente, 24 horas antes de darse a conocer el auto de junio, que decía que no había responsabilidades penales y que se archivaba el caso, lo trasladaron a la Consejería de Transportes. Supongo que entonces, el Gobierno de Madrid sabía cuál era el sentido del auto y por eso lo cambiaron.

-¿Piensa, con su sentencia en la mano, convertirse ahora en demandante y llevar a los tribunales al Gobierno de Madrid, al señor Lamela, a quienes le atacaron e insultaron, e incluso lo siguen haciendo pese a las decisiones judiciales que indican lo contrario?
Yo sé que todo el mundo está deseando pasar factura. Dicen que no se debe hablar de venganzas, pero ¿qué cree que me pide el cuerpo? Tengo un excelente equipo de abogados y vamos a poner demandas en los casos en los que consideramos que hay razones objetivas y creemos que pueden prosperar.

-¿A quiénes piensa demandar?
Tenemos tres acciones judiciales: En primer lugar, el recurso a mi cese, no porque no me puedan cesar, ya que era un puesto de confianza, sino porque mi cese no está motivado. Teniendo en cuenta que a mí no me cesaron por mala práctica, porque así ha quedado claro, quiero que se aclare el cese, que se motive. Cuando lo firmé, dijeron que era por "cuestiones organizativas", pero a mí no me cabe ninguna duda de que me cesaron porque trataban de acusarme de 400 asesinatos. No había tales cuestiones organizativas, porque el puesto estuvo vacante varios meses. Ese recurso fue por la vía contencioso-administrativa y está ahora en el Tribunal Constitucional. Yo no quiero que mientan en mi cese, porque la verdad es que mienten. Quiero que digan que me cesaron por 400 asesinatos ¿o no fue por eso por lo que se apresuraron a destituirme?

Por otra parte, tenemos iniciada una querella contra la Cadena COPE, Federico Jiménez Losantos y César Vidal. Estábamos pendientes de la sentencia y de algún otro trámite. Finalmente, tenemos también otra acción judicial; nos vamos a querellar por injurias y calumnias contra la Consejería, que está pendiente de la valoración de daños. Espero que también se acelere ahora. Tengo muchas ganas de sentar en el banquillo al señor Lamela, por injurias y calumnias, pero tenemos tiempo para hacerlo con calma.
Independientemente de todo lo que ya tenemos iniciado, estamos estudiando todo lo que nos han dicho en La Razón, la Cope, etc., lo que dijeron de nosotros y lo que siguen diciendo...

-Esperaba usted la polémica generada tras conocerse la sentencia, que, por ejemplo, para el actual Consejero de Sanidad "no excluye que no se hicieran prácticas inadecuadas", pese a que la decisión judicial niega que hubiera mala práctica?
No me sorprende, visto como se comporta la derecha española y en concreto el PP, que parece que no ha aceptado su derrota electoral y pone francotiradores en las azoteas, en Gobiernos como Madrid. Mire, igual que siguen defendiendo que ETA puso las bombas en los trenes el 11-M, seguirán defendiendo que hubo mala práctica en el Severo Ochoa. Su arrogancia y su soberbia no tienen límites. Es sorprendente que esto ocurra en España en el siglo XXI, que haya un partido como el PP, que se comporte como si estuviese en un régimen bananero y que Doña Esperanza Aguirre tenga 17 puntos de ventaja sobre el siguiente partido...¡es para cortarse las venas!

- Y todo esto comenzó con una denuncia anónima...¿La profesión médica corre ahora mayores riesgos que antes, teniendo en cuenta el alcance que puede tener un anónimo?
Creo que llegar hasta donde se llegó basándose en un anónimo debe ser una mala práctica judicial...Mire, las denuncias por prácticas inadecuadas están aumentando, pero que se admita una denuncia anónima me parece muy extraño. No sé si somos o no una profesión de riesgo. Yo tengo dos hermanos: uno arquitecto y el otro, abogado y ambos tienen sus demandas, como otra profesión liberal. No veo yo un riesgo excesivo.

- ¿Qué impresión sacó de su reunión con el ministro de Sanidad, Bernat Soria?
Le conocí el jueves. Era la primera vez que le veía y me pareció un hombre tierno, muy agradable y sincero. No sé si nos citó obligado por la coyuntura, pero me pareció que sabía de lo que hablaba. Estuvimos allí un grupo de profesionales y sintonizamos bien con él. Nos gustó su forma de ver las cosas y nos escuchó, cuando le hablamos de lo que creemos que son problemas de la sanidad pública.

-¿Cree que tomará en cuenta sus observaciones sobre el sistema sanitario?
Pues no lo sé. Igual es un brindis al sol, porque si no ganan las elecciones, pues tampoco servirá de mucho. En todo caso, no nos creamos el ombligo del mundo...Nosotros hablamos de salud mental, del Area 9, que era algo emblemático en España y el extranjero y se lo van a cargar...Ese tema me preocupa muchísimo.

-¿Cuál es su diagnóstico sobre la Sanidad Pública en la Comunidad de Madrid?
Mire, me parece bien casi todas las opciones de gestión, pero hay dos temas que me preocupan especialmente: no puede ser que el dinero público subvencione a la medicina privada. Lo lleva subvencionando muchos años, incluso en la época del PSOE. Se dice que hay que reducir las listas de espera y se deriva el dinero a las privadas y se acaba subvencionando la sanidad privada. También me preocupa la demagogia electoralista en la sanidad. Yo me planteo qué me prometerán cuando llegue a anciano los partidos políticos ¿un centro de atención en el balcón de mi casa? Lo que está claro es que no se puede vender un hospital por cada pueblo, porque los recursos son limitados: el 8 ó 9% del PIB. Con esa dotación, hay que ser sincero y planificar adecuadamente para evitar el despilfarro y buscar la eficacia en el servicio. ¡Que no se haga demagogia con la Sanidad, por favor!

Fuente: http://www2.elplural.com/politica/detail.php?id=17370

 

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