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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

El uso racional de los móviles por Tomás Artínez de Cabo

El uso racional de los móviles por Tomás Artínez de Cabo

Tomás Martínez. Secretario Provincial de Sanidad y Consumo del PSOE de Valladolid 21/11/2006

 

Somos ya muchas las voces que se han alzado contra la utilización de los móviles de forma irracional (por embarazadas, conduciendo, junto a niños, en espacios públicos sin importar quien se encuentre a nuestro lado, etc.). Todo nos empieza a parecer insuficiente con tal de tener en nuestra oreja pegado el móvil "érase una vez un ciudadano pegado a un móvil".

 

Soy uno de los ciudadanos que se ha incorporado al uso del móvil. Digo incorporado porque hace escasos meses que lo tengo. Como yo, muchos otros ciudadanos nos hemos resistido y hemos ido retrasando todo lo que hemos podido la utilización del móvil hasta que no nos ha quedado mas remedio, hasta que nos han marginado socialmente ("como no tienes móvil no hemos podido quedar contigo", "como no tienes móvil no te hemos podido convocar", "no te hemos podido localizar", ¿Cuándo te compras el móvil?, Etc.).

 

En el debate filosófico de la vida "la libertad" es el eje entorno al cual el ser humano se mueve. En este debate los ciudadanos consumistas, siempre encuentran un razonamiento justificativo a todo producto novedoso "el uso es beneficioso y por consiguiente le ofrece más posibilidades para desarrollarse y ser más libre". En el lado contrario se encuentran los ciudadanos más racionales, a los que le gusta reflexionar sobre los pro y los contra del nuevo dispositivo electrónico. Estos ciudadanos, ante cualquier producto novedoso siempre ponen por delante algunas premisas: "el uso del nuevo dispositivo me dará más libertad o me quitará la poca que tengo", "será beneficioso para la salud", "podré elegir el momento de su uso o me impondrán el uso continuo del mismo", etc. Ante este debate, los que nos hemos incorporado al uso del móvil hace poco tiempo, la mayoría consideramos que no ha aumentado nuestra libertad, tampoco ha mejorado nuestra calidad de vida sino todo lo contrario. Nos hemos hecho más cómodos o comodones (pasamos más horas en situación horizontal). Incorporamos un nuevo aparato al bolsillo (cerca de algunas partes importantes de nuestro cuerpo, para radiarlas de forma continua).

 

En el otro lado se encuentran las compañías de telecomunicaciones, nos quieren rescatar de esa rebeldía contra sus intereses ¿Cómo pueden permitir que estos ciudadanos estén descontentos con el uso continuo del móvil? Para que esto cambie las compañías telefónicas incorporan dispositivos como la cámara digital, el manos libres (para distraerle un poquito cuando conduce porque sino se le hace un poco pesado el viaje), y no tardando mucho la televisión, etc. También incorporan nuevas antenas a nuestros espacios para que tengamos más y mejor cobertura sin realizar estudio previo alguno sobre el comportamiento del nuevo potencial de campo electromagnético que han creado. ¿Qué más dá si las células de los seres vivos cambian su comportamiento o no? En cuanto a su publicidad, algunas compañías no dudan en decirnos que "si un padre no regala a su hijo un producto suyo, es que no es su padre".

 

Uso Racional de los móviles

 

El uso racional de los móviles debería comenzar con la información que los ciudadanos deben tener antes de adquirirlos. Este procedimiento debe estar bajo la responsabilidad del organismo u organismos oficiales correspondientes, dígase Ministerio de Sanidad y Consumo en colaboración con el Ministerio de Educación. Dicha información (educación) debe abarcar todas las etapas de nuestra vida. En todo el recorrido de nuestro camino es conveniente recordar o aprender nuevas pautas de consumo racional y más en el mundo de las nuevas tecnologías para no convertirnos en sus esclavos, por el uso inadecuado.

 

Es cierto que quien adquiere un móvil, lo adquiere "a sabiendas" de que no es un dispositivo electrónico más. El ciudadano tiene en sus manos el canal normal para acceder a muchos entornos de información, algunos saludables y otros no. Los móviles actuales incorporan periféricos como cámara de fotografía que pueden grabar en algunos casos videos, los cuales son utilizados, en muchas ocasiones de forma inadecuada por falta de conocimiento o de forma intencionada para hacer daño a otras personas. Lo estamos viendo todos los días en las cadenas de televisión. Noticias que algunas veces ponen los pelos de punta y todo por el hecho de que los niños se aburren u otras cosas peores. Por algún factor "extraño" está influyendo en comportamiento de los adolescentes de una u otra manera.

 

Considero que una cultura saludable conlleva a que todos sepamos y conozcamos los peligros que puede suponer el uso excesivo del móvil para nuestra salud. Asimismo es conveniente crear un servicio de información en el ministerio correspondiente, a donde el ciudadano se pueda dirigir para ser informado correctamente sobre las posibles dudas, si así se solicita.

 

Desde el contexto de la ley de telecomunicaciones que está en vigor, solamente se puede y debe fomentar la adecuación de la misma a las normativas de nuestro entorno, que en la mayoría es más restrictiva con la emisión y el potencial de los campos electromagnéticos, como en el caso de Italia, Luxemburgo, Suiza, Suecia, ETC. Asimismo, consideramos conveniente recuperar el espíritu de la Conferencia Internacional de Salzburgo del 2000; si queremos evitar males mayores se debería incluir el principio de precaución de forma efectiva y la exigencia de estudios previos antes de poner en marcha cualquier nueva experiencia, con las nuevas tecnologías y en especial todo lo que rodea al mundo del móvil. Más nos vale invertir en prevención que en curación. Estamos hablando de seres humanos y no de inversiones económicas, solamente. Además queremos repetir: Un uso indiscriminado de los móviles no es bueno, fomenta la cultura del consumo, crea adición, limita la utilización del lenguaje y no contribuye a una mejor calidad de vida.

 

 

El artículo 18 apartado 2 de nuestra Constitución establece que "el domicilio es inviolable"... Y nos preguntarnos:

¿Las ondas electromagnéticas que invaden nuestros hogares cumplen con lo recogido en el artículo 18 apartado 2 de nuestra Constitución?

 

El artículo 18 apartado 4 establece que "la ley limitará el uso de la informática", entre otras cosas, para llegar al pleno ejercicio de los derechos de los ciudadanos

¿Pero cómo es posible que limitando un uso se garanticen los derechos?

Podemos pensar lo mismo del los móviles.

¿Los móviles no incorporan la informática para su funcionamiento?

 

Deberemos echar mano a algún que otro artículo de nuestra máxima norma estatal para entender que existen derechos que son irrenunciables. Es en el artículo 43 donde se reconoce el derecho a la protección de la salud.

 

A tal efecto tendremos que seguir leyendo el apartado 2 y 3 del citado artículo. El apartado 2 dice que "compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas...", y el 3 que "los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria...".

 

Importante es que se proteja a los ciudadanos en la emisión de las ondas electromagnéticas que superen lo recomendado en la Conferencia Internacional de Salzburgo del 2000, así como importante puede ser la actuación de los profesionales en el control correcto de las mismas; ondas que tienen dos vertientes: la protección de los intereses de los ciudadanos a una comunicación correcta y, por otra parte, la defensa de los intereses económicos de las empresas de comunicaciones con la emisión mínima para dar la cobertura adecuada.

 

Todo el mundo es consciente de que cada año fallecen muchos españoles por cáncer; cáncer de mama, de pulmón, de piel, etc., y que todos los años aparecen más de 18.000 nuevos casos. Un porcentaje importante de los fumadores persiste con su hábito a pesar de padecer enfermedad respiratoria o cáncer. Pero es más, el tabaco también produce cáncer y el Gobierno después de muchos muertos, este año, en el 2006 ha aprobado una Ley que prohíbe fumar en los establecimientos públicos. Todo el mundo sabe que el tabaco mata pero...

 

Bueno, en el caso del móvil puede pasar lo mismo que con el tabaco. Si el gobierno no protege al ciudadano del uso indiscriminado del móvil, seremos los ciudadanos los que tengamos que exigir la prohibición del mismo en lugares públicos como en: el transporte, edificios (hospitales, colegios, guarderías), etc., y obligar, con nuestros votos a habilitar zonas par el uso del mismo sin que perjudique al resto. Ha habido y hay mucha controversia sobre la contaminación electromagnética. Hay estudios que demuestran que los campos electromagnéticos contribuyen a modificar el comportamiento de las células de los seres vivos de forma negativa.

 

Aunque a nadie le gustan las restricciones, parece que los fumadores aceptan la ley como algo irreversible y con resignación. Los adictos a las telecomunicaciones, en pocas décadas, les ocurrirán lo mismo si antes no se regula correctamente las emisiones de ondas electromagnéticas. Por eso, algunas medidas restrictiva son un avance para exigir a las multinacionales del sector más investigación e inversión, para que sus productos sean inocuos para el conjunto de los ciudadanos. Salud y progreso deben ir de la mano sin alterar este orden, primero salud y después progreso.

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