La escopeta nacional: Cospedal cierra caminos públicos de Cabañeros para que cace el Ibex 35
Cualquier parecido con la realidad es superado con creces en Castilla-La Mancha. El caso es que el Gobierno castellano-manchego que preside María Dolores Cospedal dio luz verde hace unos días a un anteproyecto de Ley de Caza que tiene de todo menos legalidad, coherencia y respeto con el medio ambiente. Así, al menos, lo cree Ecologistas en Acción, que estos días de apertura de la veda de caza mayor (ciervos, venados, gamos, muflones y jabalíes) denuncia lo que ya advirtió en su día a través de un manifiesto firmado por una treintena de asociaciones, partidos políticos y sindicatos (ver documento): Cospedal ha hecho realidad las denuncias de los ecologistas y no le ha temblado la mano para cerrar este fin de semana dos caminos públicos del Parque Nacional de Cabañeros para que “sus amigos del Ibex 35 puedan cazar a sus anchas”, reconocen a ELPLURAL.COM fuentes ecologistas de los Montes de Toledo.
Todo por la caza y por los cazadores
Según Ecologistas en Acción, durante los días 11 y 12 de octubre dos sendas de uso público del Parque Nacional de Cabañeros por su lado norte, las más visitadas de este espacio protegido, se han cerrado (y se volverán a clausurar el próximo día 25) al público para que se realicen monterías de ciervo, priorizando la caza privada sobre el uso público de un Parque Nacional. En concreto, señalan los ecologistas, se trata de las sendas del Chorro de los Navalucillos y del Rocigalgo, espectaculares recorridos por una garganta rodeada de monte mediterráneo que terminan, por un lado, en la espectacular cascada del Chorro y, por el otro, en la cumbre del Rocigalgo, el punto más alto (1.400 metros) y la mejor vista del parque nacional.
Peligro de ser tiroteado o multado…
Y que a nadie se le ocurra adentrarse en estos bellos parajes los días acotados a los “amigos de Cospedal”, ya que éstos, siempre según denuncian los ecologistas, podrán disparar a todo lo que se mueva entre el follaje del bosque, o en las ondulantes curvas de los senderos acotados para las escopetas del Ibex 35. Y si los suicidas que se atrevan a quebrantar estas normas propias de otras épocas consiguen salir ilesos del tiroteo cruzado de los cazadores, entonces podrán ser sancionados por su comportamiento anticaza y por cometer una infracción muy grave como es “espantar o molestar” al pobre ciervo que pasta tranquilamente antes de ser aniquilado por un miembros del parqué bursátil español, que con su rifle de repetición es capaz de derribar a un macho cérvido a una distancia mínima de 2.000 metros. Todo un Blesa, pero en vez de en África en los Montes de Toledo.
…o lanceado y cazado con trampas
Los ecologistas lo tienen claro: Esta ley no puede salir adelante porque nos retrotrae a espacios paralelos a “Los santos inocentes” de Mario Camus, como aceptar el lanceado de animales como el jabalí, una práctica medieval desdeñada en todas las comunidades autónomas menos en territorio dominado por Cospedal y, lo que es más importante, por todos los países de la OCDE. Si a esta inhumana práctica de caza le añadimos que la secretaria general del PP también acepta las trampas para atrapar a determinadas especies, sólo nos falta que la presidenta de Castilla-La Mancha autorice el uso de peones de caza que se puedan renombrar como Paco, Régula o Azarías y así poder rodar la segunda parte de la novela de Miguel Delibes.
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