Ellas: pasado, presente y futuro
Ellas suelen venir por la sede del partido con asiduidad, como si fuese su club social. Leen la prensa y se ponen al día mutuamente sobre los últimos cotilleos del partido y de los mutuos amigos. El compañero y yo llevábamos un buen rato esperando a que se acercaran a la sede alguno de los cientos de afiliados a los que habíamos pedido por e-mail el aval para José Antonio Pérez Tapias, nuestro candidato a Secretario General. Les dijimos, bromeando, que si venían a avalar a nuestro compañero, “a nadie, no voy a avalar a nadie, estoy muy disgustada y no quiero saber nada de ningún candidato “, nos respondió una de ellas. No insistimos. Al cabo de unos minutos, mientras leían la prensa, una de ellas comentó “bueno, Madina parece un chico majo y serio, pero de los otros candidatos no sé nada, ni siquiera quienes son”. Me acerqué y les di el programa de nuestro candidato, sugiriéndoles que al menos lo leyeran. Al decirles que pertenecía a nuestra CORRIENTE, Izquierda Socialista, se quedaron extrañadas y se miraron mutuamente, “pero ¿no había desaparecido esa CORRIENTE?, nosotras fuimos de Izquierda Socialista mucho tiempo, en la transición, cuando éramos jóvenes,.., ahora ya andamos por los 70 años,…..”. Empezaron entonces a rememorar nombres de compañeros ya fallecidos y me sorprendió su comentario de que, en aquella época, muchos militantes eran de la CORRIENTE, aunque luego se fue diluyendo. Pero ellas aún se sorprendió más con mi relato de cómo a algunos compañeros de la CORRIENTE se les había intentado expedientar y expulsar del partido por defender sus ideas criticas frente a las decisiones de los dirigentes. Pero sin duda ha sido mayor aun el número de los que se han ido voluntariamente, aburridos de una lucha infructuosa.
Hablamos entonces de la renovación del partido y yo les pregunté si tenían algún hijo afiliado, “que va, al contrario, mis hijos siempre me dicen que qué hago aún en este partido de sinvergüenzas, que deje de perder el tiempo, que ya he dedicado muchas horas de mi vida a él”, dijo una, “los míos han votado a Podemos y,…, algunos compañeros del partido también, que me lo han contado ellos mismos”, dijo otra, mirando antes a ambos lados. Lo sé, les contesté, algo parecido con respecto a sus hijos me han comentado otros militantes y lo del voto a Podemos es comprensible.
Al final me dieron su aval a nuestro candidato. Comprendieron que para que exista democracia en el partido es necesario que haya varios candidatos y propuestas a las que votar, que es necesario superar ese obstáculo que representan los avales y que solo beneficia a los candidatos del aparato, ya que ellos si pueden conseguirlos con facilidad. Luego, que cada uno vote según su conciencia.
Compañeros, sois viejos y sumisos, como un pájaro que tras una vida enjaulado encuentra la puerta abierta y es incapaz de volar. Ahora que, por primera vez, está en vuestras manos decidir directamente con vuestros votos el futuro del partido, os quedáis inmóviles, asustados,…, resignados.
Sí, es cierto, tal vez nada cambie y los poderosos sigan teniendo el control del partido gracias a esos “estómagos agradecidos”. Pero hay que intentarlo. Y si no lo conseguimos, tal vez sea hora de dejar morir este PSOE y abandonarlo, como ya han hecho una buena parte de los compañeros, con la esperanza de que de sus cenizas surja algo nuevo y esperanzador.
Un partido sin gente joven, sin ilusión, sin utopías,…, está muerto.
Fdo. Mariano Ceballos Ruiz
Miembro de Izquierda Socialista en Valladolid
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