El exsecretario del PSOE de Ávila desvela la conspiración contra Villarrubia
Arrepentido. Ha formado parte, desde hace 15 meses, con otros cuatro secretarios provinciales del PSOE, el núcleo duro de una conspiración de barones socialistas para desbancar a Julio Villarrubia de la secretaría autonómica del partido en Castilla y León y preparar el desembarco del secretario federal de organización, Óscar López, desde que estalló el escándalo de Ponferrada. El exsecretario de Ávila, Tomás Blanco, a la puerta de la sede autonómica del PSOE en la avenida Medina del Campo, se ha despachado a gusto, en una 'vendetta' que reconoce "totalmente personal" contra el todopoderoso Pedro J. Muñoz, "mano ejecutora" de López, dentro y fuera de Ávila. Blanco ha querido "explicar a los militantes, para que voten en consecuencia" la trama fraguada para desbancar a Villarrubia "de forma ilegítima, que no ilegal" y para ello puntualiza, de entrada, que la fórmula estatutaria de "la mitad más uno de la ejecutiva" ya no es válida desde la etapa de Zapatero, cuando se acordó que quien tiene la legitimidad son los comités y no los delegados, de forma que "estos no pueden destituir a un secretario general".
Los conspiradores tenían hasta un grupo en Whatsapp: Los '5SG'. Cinco secretarios generales: Tomás Blanco (Ávila), Celestino Rodríguez (León), Antonio Plaza (Zamora), Juan Luis Gordo (Segovia) y Javier Izquierdo (Valladolid), más otras dos personas más, las dos vicesecretarias: Ana Redondo, viceportavoz del Grupo Socialista en las Cortes, y la procuradora Ángela Marqués. Encargados de convencer a cargos públicos y de responsabilidad en el partido, "preparando el trabajo para el retorno de Óscar López".
Incluso, desveló, se ha utilizado la negociación de la Ordenación del Territorio con la Junta y el Partido Popular para presentar a López como el que "había reabierto los consultorios", a espaldas de la ejecutiva autonómica y del legítimo secretario general, Julio Villarrubia. El último acto de la trama ha sido la presentación de firmas que ha forzado la salida de Villarrubia y la creación de una gestora.
Blanco, que ha declarado que no se va a presentar como candidato y que no ha recibido presión alguna, ha señalado que el motivo de su "confesión" es "para hacer llegar estas maniobras a todos los militantes y que sepan la verdad: en el propio despacho de Óscar López se ha gestionado la caída y modificación de las mayorías (del PSOE) en este territorio y por eso en el partido estamos donde estamos" . Y remachó: "haré todo lo que esté en mi mano para que Óscar López no sea secretario general. Hay que reponer la legitimidad en este partido"
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