Denuncian que la mano derecha de Juan Vicente Herrera usa indebidamente un coche oficial que hace 500 kilómetros al día
- Durante el debate de investidura, Herrera aseguró que sólo tendríán "asignado coche oficial los miembros del Consejo de Gobierno" y se redujeron a 10 los vehículos
- Virginia Arnaiz no forma parte del Consejo de Gobierno, por lo que como cualquier empleado público no tiene derecho a coche oficial, denuncia el colectivo de funcionarios Viernes Negro
- Estiman que hace 120.000 kilómetros al año, que suponen 70.000 euros, cargado "a los ciudadanos", entre gasolina, dietas y sueldos para sus conductores
Un coche oficial sale de Valladolid a las 6.00 horas para hacer 125 kilómetros hasta las inmediaciones de la catedral de Burgos. Allí le espera Virginia Arnaiz, jefa de Gabinete de Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, para desplazarse hasta Valladolid. Otros 125 kilómetros. A las 17.00 horas, Arnaiz, que ocupa cargo de libre designación, se monta en el mismo coche para hacer el recorrido inverso. Cuando la deja en Burgos, el chófer regresa a Valladolid. Un total de 500 kilómetros al día y 120.000 al año.
Así lo denuncia el movimiento Viernes Negro, un colectivo que integra a trabajadores públicos de la Junta de Castilla y León y que se manifiesta cada viernes frente a la Junta para protestar contra los recortes en servicios públicos. "Existe una excepción con esta señora con respecto a otros empleados públicos al gozar de privilegios como chófer y coche particular. Desde 2011 goza de un privilegio que cuesta a los ciudadanos alrededor de 70.000 euros anuales, entre gasolina, sueldos a los conductores, mantenimiento del vehículo y dietas ", ha explicado a infoLibre Miguel Álvarez, empleado público de la Junta de Castilla y León e integrante de este colectivo.
"Lo que es grave es que el presidente de la Junta de Castilla y León es consciente de ello después de haber asegurado que no se pasaría de 10 coches oficiales", asegura Álvarez. El colectivo se remite al Código de austeridad al que se refirió el presidente en su debate de investidura del 23 de junio de 2011. Este código ético partió de la propuesta de los empleados públicos de la Delegación Territorial de Burgos, que se reunieron en torno a asambleas para proponer a la Junta de Castilla y León una serie de medidas que propiciaran la reducción del déficit de la comunidad y así equilibrar los sacrificios que sólo habían recaído en los trabajadores. Los tres pilares básicos eran: medidas de ahorro, aumento de recaudación de ingresos y dignificación de la imagen de los empleados públicos.
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