Antes no tenía vida, ahora vuelvo a tener sueños
“Antes no tenía vida, ahora vuelvo a tener sueños”
En casa de Rosalía Vicente las comidas eran algo terrorífico. “Las cosas volaban. Él no paraba de lanzar la comida, los cuchillos...”, cuenta esta mujer de 60 años. No lo dice con amargura. Su voz y su rostro, aunque serio, muestran las huellas de quien ha sobrevivido a una pesadilla. Ese ‘él’ de quien habla es su exmarido. El hombre al que tanto quiso y que la agredió física y emocionalmente hasta el punto de que, más de una vez, perdió las ganas de vivir. Borró su sonrisa durante mucho tiempo, pero ahora la ha recuperado. Hace dos años que denunció a su agresor. El maltratador ha sido condenado y ella rehace y reconstruye su vida. Ha vuelto a empezar. Está contenta. Trabaja en lo que puede. Tiene una nueva casa junto a sus dos hijos en un nuevo barrio. Es feliz. “Mi marido me tenía en una urna y ahora la he roto y he salido”. Y sonríe.
Se lo pensó muchas veces y finalmente tomó la decisión de denunciar. Para ello tuvo que asumir que sufría malos tratos. “Me lo tuvieron que decir los psiquiatras”, explica. Ocurrió en el último episodio violento, que acabó con la policía en casa y su marido, al que no podían reducir, en la unidad de psiquiatría de un hospital madrileño. “Me dijeron y me repitieron que él no estaba mal, que no era un enfermo sino un maltratador. Ese día llamé al 016 (el teléfono gratuito de ayuda a las mujeres que sufren violencia), hice la maleta y me fui a una casa de acogida; estaba muerta de miedo”, relata. Tuvieron que pasar años. Y muchas lágrimas.
Rosalía Vicente no cesa de decir que ha merecido la pena. ..............
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