El secreto suizo no se toca
El martes 6 de septiembre, día de los banqueros en Suiza, el presidente de la poderosa asociación que agrupa a estas entidades, Patrick Odier, declaraba su satisfacción por la buena salud del negocio. Tras los brindis que precedieron a la asamblea general de la organización, Odier repasó los excelentes números del sector que maneja más de dos billones de euros, da trabajo a 140.000 personas y genera casi el 7% del PIB suizo. Pero sus palabras, pronunciadas en los salones del estadio de fútbol de Suiza, en Berna, ante lo más granado del sector, dejaban entrever la tensión que viene soportando la banca suiza en los últimos tres años, presionada por la OCDE, Estados Unidos y la Unión Europea para aportar más transparencia a sus bancos. Tras alabar las virtudes del secreto bancario -"un bien que salvaguarda la privacidad financiera, gracias al cual los patrimonios están protegidos, no ocultos"-, Odier lanzó una advertencia a todos los que intentan socavar la impenetrabilidad del gran negocio nacional. "La asociación de banqueros suizos continuará resistiendo todos los intentos de restringir este legítimo derecho de todos los ciudadanos del mundo".
En plena crisis y acosada por la furia recaudadora de las grandes potencias, Suiza se las ha ingeniado para ir soltando lastre, aceptando acuerdos muy meditados que han costado dinero a sus bancos, pero que han dejado intacto el bien más preciado de la Confederación, el secreto bancario. "Suiza es clara ganadora en esta crisis. No hay más que ver que el franco suizo se ha revalorizado un 40%. Y su capacidad de atraer dinero se ha incrementado frente a la de otros paraísos fiscales que parecen menos seguros", dice Francisco de la Torre, portavoz de la organización profesional española de Inspectores de Hacienda.
Cierto que la Confederación se ha adecuado a los estándares de la OCDE en materia de intercambio de información fiscal, pero De la Torre no ve en ello una gran amenaza al estatus del refugio alpino. Baste un ejemplo: según un portavoz gubernamental, desde que el nuevo acuerdo entró en vigor en enero de este año, "la Administración Fiscal Suiza (FTA) ha recibido 59 peticiones" solamente de información sobre supuestos evasores. El mismo portavoz lamenta no estar autorizado a revelar la procedencia nacional de estas peticiones.
..............
0 comentarios