Hasta cinco meses para una cita con el especialista
Tres meses, apenas unos días o hasta más de 140 para que un médico reciba por primera vez a un paciente cuya dolencia requiere un especialista a quien lo ha derivado un facultativo de Familia o pediatra.
La espera, la demora prolongada para una consulta médica, es un verdadero escollo para la sanidad pública y genera una gran inquietud en quien padece algún problema de salud y ha de contar días o meses para acceder a una primera consulta, en la cual además, raramente se resuelve el problema porque requiere pruebas de diagnóstico y una segunda cita para prescribir tratamiento.
Las listas de espera no son un problema en Atención Primaria, pero son de peso para una consulta externa en algunas patologías de Especializada y han mejorado, aunque con importantes excepciones, en las intervenciones quirúrgicas en cuyo caso, además, se hacen públicas trimestralmente tras haber homologado los criterios de inclusión, algo en lo que Sanidad trabaja actualmente para trasladar a pruebas y consultas.
Según datos de fuentes sanitarias, aunque en muchas especialidades la primera cita con el médico llega en el plazo de treinta días, en la mitad de ellas supera dicho periodo y suma incluso meses.
El Plan de Reducción de Listas de Espera, puesto en marcha en 2004 para dar respuesta con medidas excepcionales a una saturada sanidad, establecía como tiempos máximos los cien días para una intervención quirúrgica; treinta para una consulta y veinte para una técnica -resonancia magnética, ecografía, mamografía y tomografía axial computerizada (TAC) son las cuatro que incluye-. El plan ha dado resultados, sin duda, sobre todo en cirugía; pero aún queda un serio camino para resolver el diagnóstico y tratamiento en un tiempo efectivo y razonable. El problema afecta a todos los hospitales en general, no solo de Castilla y León sino de España y, en Valladolid en concreto, también se repite en los dos complejos y en similares especialidades; pero hay casos más alarmantes que otros.
Según datos facilitados en fuentes sanitarias sobre las listas de espera, concretamente del Río Hortega y con datos de finales del pasado mes de septiembre, el cierre de tres trimestres, hay 12 especialidades de las 24 del hospital en las que se registran problemas de demora, es decir, tiempos que superan, en ocasiones con creces, los citados 30 días. Así, las mayores saturaciones las registraba en dichas fechas el servicio de Digestivo que, con una docena de facultativos, superaba los 160 días, y no solamente de media, sino en general todos y cada uno de los facultativos. Ninguno tiene una agenda más ligera y el hospital no puede dar cita hasta el mes de marzo de 2011.
Urología es otra especialidad con gran demora. En este caso, casi se alcanzan los cinco meses y más de tres hay que esperar para ser recibido por alguno de los nueve alergólogos del hospital que además atienden también la zona de salud del Clínico. Y eso que no ha llegado el incremento de demanda habitual de cada primavera.
Otras especialidades que superan los cien días son las consultas de Cirugía Maxilofacial, con ocho facultativos, o Dermatología, con casi otros tantos. Endocrinología, que cada vez tiene más demanda y está estrechamente relacionada con la Unidad de Cirugía Bariátrica, por lo que lleva numerosos pacientes, con seis nutricionistas, tenía una lista de espera de dos meses y medio, y Ginecología, de unos tres meses; aunque es de esas especialidades con grandes diferencias entre las agendas de unos y otros médicos. Alguno no puede dar hora hasta bien avanzada la próxima primavera.
Hay otras unidades con demoras importantes pero mucho más moderadas. Así, Cardiología, Neumología, Neurología, consulta de Rehabilitación o de Cirugía General, Nefrología, Neurología y Traumatología, aunque superan los treinta días de demora, andan cerca y, desde luego, no llegan a los dos meses. Algo peor están las listas de Reumatología y Otorrinolaringología.
En el otro extremo se sitúan especialidades como Cirugía Plástica, capaz de atender dentro del mismo mes en que se demanda la consulta. El servicio tiene once facultativos.
Los ocho pediatras del equipo tampoco llegan al mes, Tocología ni a la decena y Oftalmología o Medicina Interna también resuelven muy rápido su carga asistencial. Si bien es cierto que en esta última, al igual que ocurre con Tocología, en otras fechas del año sube considerablemente.
Este desequilibrio entre servicios, en cuanto a su respuesta asistencial, otorga una media de 60 días, en el balance cerrado en septiembre. En algunas patologías, las diferencias entre médicos son considerables por la demanda para determinados especialistas.
Sacyl ofrece la primera hora libre con cualquier especialista, si el paciente quiere uno en concreto lógicamente ha de ajustarse a su agenda. Sanidad no facilita datos concretos de consultas externas o pruebas de diagnóstico porque trabaja en la actualidad en establecer criterios comunes de contabilización como ya hizo con la Cirugía.
Problema general
El consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, destaca a este respecto que la lista de espera «es un problema en todas las comunidades» y que «los ataques que a este respecto realiza la oposición es común a otras autonomías, gobierne quien gobierne». «Es un problema con un importante matiz político y de medios de comunicación porque realmente las encuestas y lo que las asociaciones nos acercan a la Consejería sobre lo que más preocupa a los pacientes no son la listas de espera». De hecho, el Decreto de Garantía de Demora «solamente ha sido utilizado en media docena de casos y, finalmente, solamente tres» han reclamado el pago de una intervención realizada fuera.
No obstante, trabajan en ello «porque hasta ahora se ha abordado desde el punto de vista de la salida de la lista quirúrgica con ’peonadas’ (horas extra) y conciertos con la privada; pero ahora hay que abordar la entrada, que las indicaciones médicas para una cirugía sean claras». El Decreto de Garantía de la Demora establece que superado el plazo establecido el paciente podrá presentar en Sacyl su solicitud y el hospital elegido para su intervención. La Junta dará su autorización sanitaria y, en función de los precios contemplados y actualizados anualmente en una resolución a tal efecto, pagará el proceso al enfermo. Algunas fuentes apuntan al aumento de la demora por la disminución de las ’peonadas’ debido a la crisis económica.
nortecastilla.es
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