El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprueba la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva
18 de octubre de 2010. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha aprobado hoy la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, prevista por la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo. A esto hay que añadir que el Real Decreto 1030/2006, de 15 de diciembre, que establece la cartera de servicios comunes del SNS hace referencia a la promoción de conductas saludables en relación a la sexualidad y a las medidas necesarias para evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
La Estrategia nace con la vocación de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de los ciudadanos, reconocidos por distintos organismos internacionales (Naciones Unidas, Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea, entre otros) y abordar su desarrollo no sólo desde la ausencia de enfermedad, sino también para hacer posible su vivencia plena y satisfactoria.
En la elaboración del documento han participado, junto con el Ministerio de Sanidad y Política Social, las Comunidades Autónomas, las sociedades científicas y profesionales, así como asociaciones de pacientes y distintos expertos en la materia. Su redacción final es fruto del consenso técnico y científico.
El documento consta de dos partes: la salud sexual y la salud reproductiva, aunque ambas tienen líneas estratégicas comunes como:
· La promoción y atención a la salud sexual y reproductiva.
· La formación de los profesionales de la salud.
· La investigación y la innovación.
· El desarrollo y aplicación de buenas prácticas.
Del mismo modo, el documento incluye aspectos transversales a ambos apartados como la multiculturalidad, la violencia de género y las discapacidades.
SALUD SEXUAL
El objetivo de la promoción de la salud sexual es favorecer las condiciones para que los servicios sanitarios garanticen información, asesoramiento y asistencia de calidad sobre cualquier aspecto relacionado con la sexualidad y la reproducción. Según constata la Estrategia, hasta el momento las campañas de información y sensibilización en este terreno se centran generalmente en la prevención de riesgos asociados al comportamiento sexual más que a favorecer un concepto más integral de la sexualidad.
Para cambiar esto, el documento recomienda mejorar la información en salud sexual y establecer herramientas que permitan conocer las necesidades de la población, así como impulsar acciones que involucren a la población en el diseño de las políticas públicas ligadas a la promoción de la salud sexual.
Por lo que respecta a la atención sanitaria a la salud sexual, la Estrategia recomienda no sólo centrarse en los aspectos biológicos, sino también psicológicos y sociales. Entre sus objetivos también se incluye mejorar el acceso a métodos anticonceptivos y de prevención de infecciones de transmisión sexual y consensuar una cartera de servicios comunes para la atención sexual.
En cuanto a la formación de los profesionales, se consensuarán criterios comunes de calidad, contenidos y metodologías con las CCAA para la formación en salud sexual. Al mismo tiempo, se promoverá la investigación en salud sexual y en el uso, acceso y seguridad de los métodos anticonceptivos y también se fomentarán la comunicación y difusión de buenas prácticas en la promoción, prevención y atención a la salud sexual en las políticas públicas y en los servicios sanitarios.
SALUD REPRODUCTIVA
La parte de salud reproductiva de la Estrategia es una ampliación de la Estrategia de Atención al Parto Normal en el SNS, aprobada en 2007. El objetivo de la parte de salud reproductiva es ofrecer una atención global, continuada, integral y de calidad al proceso reproductivo en el SNS, a partir del mejor conocimiento posible.
La Estrategia plantea promover una atención sanitaria del embarazo basada en el respeto a su evolución natural, en la que toda intervención sea valorada y aplicada sólo si ha demostrado beneficios y está en consonancia con las necesidades y deseos de la mujer. Para hacer esto posible, se abordará de manera integral la planificación de la educación prenatal y el plan de parto y nacimiento. Asimismo, se recomienda mejorar la coordinación entre las consultas prenatales, las maternidades hospitalarias, los centros de atención primaria y los grupos de apoyo a la lactancia materna.
Por lo que respecta a la atención sanitaria al parto se mantienen las líneas de trabajo recogidas por la Estrategia de Atención al Parto Normal:
· Abordaje de prácticas clínicas basadas en el mejor conocimiento disponible.
· Participación de las mujeres en la toma de decisiones.
· Formación especializada y continuada de profesionales sanitarios.
· Investigación e innovación.
· Difusión de buenas prácticas.
En este sentido, el documento promueve la eliminación de las prácticas rutinarias que según la evidencia científica son innecesarias y perjudiciales y propone que se permita una mayor participación de las mujeres en el parto y una atención más humanizada.
En la parte dedicada a la atención neonatal (primera semana de vida del bebé), la Estrategia recoge medidas como fomentar, inmediatamente tras el parto, el contacto piel con piel de la madre o el padre con el bebé y se procurará que compartan espacio durante las 24 horas siguientes al parto para promover el vínculo afectivo, el apego y la instauración de la lactancia materna. En este sentido, se hará hincapié en desarrollas todas aquellas acciones que permitan una lactancia materna exitosa.
En la etapa de puerperio se informará e instruirá a las mujeres y sus familias para identificar a tiempo las complicaciones graves, y se dispondrán de protocolos para la actuación. En este período se tendrán en especial consideración los aspectos psicológicos y emocionales de la madre y su pareja y se atenderán especialmente las situaciones de mayor vulnerabilidad. Del mismo modo, en esta etapa se seguirán desarrollando acciones para la promoción y el mantenimiento de la lactancia materna.
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