España se suma a última hora a la petición de libertad para Xiaobo
La esposa de Liu Xiaobo, el recién estrenado Nobel de la Paz, viaja a la prisión donde está recluido su marido para comunicarle la noticia de la concesión del premio. Liu Xia, poetisa, va custodiada por la policía china, tras negociar un pacto de silencio por el que no puede dar declaraciones a los medios. En China, los disidentes han salido a la calle para celebrar el reconocimiento al profesor y escritor Xiaobo, pero también a su lucha compartida por los derechos humanos en ese país. En el mundo, revuelo. Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos reclaman su liberación. La Unión Europea felicita al premiado, pero se cuida de no exigir su liberación. Y España, entre dos aguas, las de Moratinos, que defiende ser prudentes y De la Vega, que reclama claridad.
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