Una hoja de ruta para la tasa Tobin
La actual crisis financiera internacional ha convertido una idea considerada por muchos hace una década poco menos que utópica en un importante proyecto que ahora está siendo objeto de análisis por parte de las más altas instancias políticas y económicas internacionales. Nos referimos a la tasa Tobin, esto es, la tasa que propuso en 1978 el ya fallecido economista norteamericano James Tobin (premio Nobel de Economía en 1981) inspirada en las ideas de Keynes, y que consiste en fijar una pequeña tasa impositiva a las transacciones financieras realizadas en los mercados internacionales de divisas, con objeto, entre otras cosas, de frenar la especulación financiera y lograr una mayor estabilidad en dichos mercados; a él le gustaba decir que así se podría echar un poco de arena en los monumentales y vertiginosos engranajes de las finanzas internacionales.
Se recogen a continuación algunas consideraciones de cara a una posible hoja de ruta para la puesta en marcha de dicha tasa:
- La excesiva exuberancia financiera:
- Actuales apoyos internacionales a la tasa:
- Presidencia española de la Unión Europea:
- Recaudación y su distribución:
- Elusión de la tasa y paraísos fiscales:
- Implicación de la comunidad financiera internacional:
Finalmente, y de cara a un horizonte algo más lejano, estamos convencidos de que una buena parte de los problemas derivados de la especulación financiera y sobre todo cambiaria se podrían resolver si se llega a una verdadera e integral cooperación financiera y monetaria internacional, que pudiese incluso desembocar en una moneda única mundial (ya propuesta por economistas como Keynes y Mundell), al estilo de la vigente moneda única europea (nuestro euro), que también era considerada utópica hace unas décadas. Pero ésta es otra historia.
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