El Río Hortega cubrirá los ventanales de la sala de dilatación para evitar el calor
La primera reunión en el nuevo hospital de la Junta Técnico Asistencial, un órgano asesor en el que participan directivos y profesionales de diferentes categorías, volvió a poner ayer en evidencia los defectos, fundamentalmente «de diseño y de gestión de personal» que dificultan el buen rendimiento y una calidad asistencial.
En esta ocasión, son los paritorios y las salas de dilatación los que registran problemas, alguno fácilmente solventable. El diseño con grandes cristaleras de las salas de dilatación provoca un fuerte incremento de las temperaturas, con lo que el calor supone para las embarazadas en pleno parto. Hasta ahora, el hospital lo ha resuelto cubriendo los ventanales con tela de forma provisional; pero prevé instalar algún sistema que aísle la zona del calor y evite el efecto invernadero a la vez que potencia la sensación de intimidad, según destacan fuentes sanitarias. Además, el control de la calefacción impide independizar la unidad.
Otro problema es el de la falta de aislamiento del paritorio de alto riesgo, un quirófano en realidad donde se practican las cesáreas y otras intervenciones con ventanas y rodeado de dos pasillos de circulación normal de familiares. Es otra de las quejas de los profesionales. Los problemas con la historia clínica y, en particular, la falta de un sistema de alarma que advierta de las analíticas o pruebas pendientes del paciente o de determinadas patologías que parece se corregirán en breve.
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