El ex director del Insalud y de Asistencia Sanitaria de la Junta, Carlos Fernández, clave para el escándalo del Caso Antona
. Antes de las transferencias sanitarias a la Junta y sin que estuvieran contempladas en el contrato marco que regulaba las intervenciones y la selección de centros privados, autorizó operaciones de artrodesis vertebral y descompresión de conducto raquídeo al gabinete en el que trabajaba Tobal .
. En el contrato marco que sustituyó al del Insalud en septiembre de 2004 incluyó ese tipo de operaciones
.Ya como director general de Asistencia Sanitaria autorizó una subida en el precio máximo de las prótesis para esas operaciones, que paso de 4.378 euros a 7.500 euros.
. En la revisión de precios de los demás servicios sanitarios en centros privados la subida fue sólo del 3,7%
L.G.V. VALLADOLID.-
El ex gerente provincial del Insalud y, tras el traspaso de competencias sanitarias a la Comunidad, director general de Asistencia Sanitaria, Carlos Fernández Rodríguez, actual director gerente del Hospital Clínico, toleró única-mente en la provincia de Valladolid y sólo a empresas en las que estaba presente el empresario médico Santiago Tobal, la práctica de operaciones de columna de pacientes de la lista de espera que basta ese momento, y después de destaparse el escándalo, se habían llevado a cabo en hospitales públicos.
Fernández también autorizó una espectacular subida del precio máximo autorizado para la facturación de prótesis de columna (artrodesis vertebral y descompresión de conducto raquídeo), que pasó de 4.378 euros a 7.500 euros redondos. Un incremento que nada tenía que ver con la subida del 3,7% que acabó aplicándose a las tarifas de los actos médicos concertados con empresas sanitarias privadas ese año, según la documentación que ya está en poder del juez de Intrucción número 2 y distintas fuentes sanitarias.
Este periódico ha intentado sin éxito contactar con Carlos Fernández para conocer su versión. Fuentes oficiales de Sacyl se limitaron a indicar que «sobre el caso Antona no se realizan declaraciones por estar siendo objeto de investigación judicial».
En el extinguido Insalud, la contratación de operaciones en centros privados para reducción de listas de espera de la sanidad pública se efectuó desde 1998 al amparo del con-trato marco CMQ 4/1998, en el que se especificaban las operaciones a realizar y los centros que reunían los requisitos para poder practicar las operaciones derivadas. Entre las operaciones incluidas en ese contrato no estaban las de artrodesis vertebral y descompresión de conducto raquídeo. Pese a no estar incluidas, la dirección territorial del Insalud desde el 14 de septiembre de 2001 y, a partir de 2002, en la Gerencia de Salud de las Áreas de Valladolid, se realizaron procedimientos negocia-dos sin publicidad para la contratación de esos dos tipos de operaciones fuera del referido contrato marco con el Gabinete Médico Paracelso dirigido por Santiago Tobal.
Como director general de Asistencia Sanitaria, Fernández informó favorablemente sobre la contratación de esos procedimientos quirúrgicos.
Cambio de opinión sobre el precio máximo de las prótesis.
Ese informe positivo, firmado en diciembre de 2003, recogía la práctica de 56 operaciones de artrodesis vertebral y descompresión de conducto raquídeo por un importe máximo de 141.800 y 57.744 euros respectivamente. En esos precios máximos, según ese mismo informe, no se incluían «los importes de las prótesis correspondientes, debiendo facturarse las mismas a precio de coste». «Si se considera un precio medio de prótesis por paciente de 4.378 euros, para los 56 procedimientos que se pretende concertar, supone un importe total de 245.168 euros», señalaba Fernández en su informe con validez hasta el 31 de diciembre de 2004.
El 8 de noviembre de 2004, sin embargo, ante una propuesta de la Gerencia de Salud dirigida por Pedro luís Antona. Carlos Fernández volvió a informar favorablemente sobre la práctica de 42 operaciones de artrodesis vertebral y descompresión de conducto raquídeo por importe de 113.440 y 36.090 euros respectivamente. En esta ocasión. sin embargo, las prótesis casi habían duplicado su valor estimado: los 4.378 euros supuestamente en vigor hasta el 31 de diciembre de 2004 se habían convertido en unos redondos 7.500 euros.
En ese mismo informe, Carlos Fernández incluía una reveladora autorización a la Gerencia de Salud que dirigía Antona para «modificar el número y tipo de procedimientos a adjudicar, en función de las necesidades concretas que existan en el momento de la adjudicación, con el límite máximo del presupuesto asignado».
Para entonces (noviembre de 2004), el empresario médico Santiago Tobal ya había dejado de ser socio de Paracelso, el Gabinete Médico que fundó y logró vender al mayor grupo sanitario privado de la comunidad (la operación se cifró en más de 5 millones de euros) y, curiosamente, había pasado a dirigir la sociedad que le acababa de comprar, Sanitaria de Inversiones. Irónicamente, los trabajadores de Paracelso, tras la sorprendente operación, preguntaban a los de Sanitaria si habían comprado «ellos a Paracelso o Paracelso a ellos». En los hospitales de Sanitaria, con Tobal al frente, se siguieron practicando las operaciones de artrodesis y descompresión de conducto raquídeo derivadas de la sanidad pública como antes se había hecho en Paracelso, aunque subcontratando el 'servicio de babitaciones' con Felipe II.
El empresario médico Santiago Tobal y el ex gerente de Salud de las Áreas de Valladolid. Pedro Luis Antona, que ya han sido interrogados por el juez en calidad de imputados, formaron durante años un conocido tándem sanitario en Valladolid. Según informes elaborados por la propia Gerencia, las contrataciones que decidía Antona seguían sospechosamente «la estela» de las empresas donde operaba Tobal y, supuestamente, estas empresas conseguían jugosos descuentos económicos con las prótesis que implantaban, ya que no eran comunicados a Sacyl, pese a que «debían facturarse a precio de costes.
Tobal dice que seguía las instrucciones de Fernández
Pero a medida que avanza el proceso judicial del denominado Caso Antona, los nombres de Carlos Fernández Rodríguez y Santiago Tobal están más unidos.
En su declaración ante el juez. Santiago Tobal ha reconocido que fue el propio Carlos Fernández el que le pidió que organizara la cirugía de columna con Paracelso y le autorizó a subcontratar la hospitalización con el Felipe II. Un centro que, curiosamente, pese a disponer de las unidades de hospitalización requeridas en los contratos marco, nunca presentaba ofertas. Algunos responsables de Sanitaria de Inversiones han confesado que era una tarea inútil. «Tobal se arrogaba la capacidad de repartir los lotes de procedimientos negociados sin publicidad y posteriormente la adjudicación de los procedimientos por parte de la Gerencia ratificaba en su totalidad dichos repartos», llegó a declarar un máximo dirigente de Sanitaria de Inversiones en el marco de la información reservada abierta al por entonces gerente de Salud, Pedro Luis Antona.El empresario médico, sin embargo, siempre ha negado tal circunstancia. «No es cierto que conociera anticipadamente lo que iba a ser adjudicado. ¿Cómo lo iba a saber?», aseguró en la declaración que prestó ante el juez de Instrucción 2 el 11 de julio de 2006.
El pasado 2 de febrero, el director general de Recursos Humanos de la Gerencia Regional de Salud de la Junta, «por considerar que eran relevantes en relación a las actuaciones seguidas en el juzgado», envió al juez diversa documentación. Entre ella, un informe elaborado por la Gerencia en el que se concluye que «hay evidencias de que el Sagrado Corazón (hospital donde operaba Tobal con sus médicos a través de la sociedad Quiromedic Care And Consulting después de ser despedido en Sanitaria de Inversiones) facturó a la Gerencia durante el segundo semestre de 2005 muy por encima del valor que pagó el Hospital Clínico por componente de columna a sus propios proveedores dentro de su actividad asistencial habitual». 21 días después, Tobal remitió un escrito al juzgado en el que solicitaba que se devolviera a la Gerencia la documentación entregada porque no había sido la letrada de la Comunidad quien la había aportado a la causa.
Queja porque EL MUNDO desvela informes
El letrado de Tobal consideraba «especialmente relevante» su petición al entender que «la Gerencia Regional de Salud viene facilitando copia al periódico EL MUNDO DE VALLADOLID de todos estos oficios y documentos que decida aportar a los autos, de manera que salen publicados antes incluso de tener entrada en este juzgado o, en todo caso, antes de que esta parte reciba traslado».
El juez instructor, el pasado 9 de marzo, dictó una providencia para decir que «no ha lugar a la devolución del oficio y documentos, pues. con independencia de la vía por la que se ha recibido pueden ser pertinentes y útiles a la causa».
Carlos Fernández, como Antona en la Gerencia de Salud de Vallado-lid e Ibáñez Fraile al frente del Hospital Del Río Hortega, fue cesado como director general de Asistencia Sanitaria en junio de 2006. Meses después fue nombrado jefe de servicio de Cooperativas, Sociedades Laborales y Trabajadores Autónomos. Tras las últimas elecciones y el cambio registrado en la Consejería de Sanidad (marcha de César Antón a Familia y llegada de Francisco Javier Alvarez Guisásola), Carlos Fernández ha regresado a la sanidad pública para ser director del Hospital Clínico.
Fuente: EL MUNDO DE VALLADOLID 12-11-2007
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