La falta de neurólogos retrasa las revisiones de patologías degenerativas
La carencia de especialistas en Neurología es un problema que los hospitales de la provincia arrastran desde hace más de cinco años denunciada por los propios facultativos y por la Sociedad Española de Neurología. Sin embargo, el Clínico mantiene la misma plantilla de hace quince años pese al gran incremento de las patologías que trata. El Alzheimer, el Párkinson, la esclerosis múltiple, las epilepsias, las enfermedades degenerativas y los infartos cerebrales, entre otras muchas que, además dado el envejecimiento de la población, van en claro aumento, son las patologías que atienden estos especialistas. Sin embargo, la «grave falta» de recursos humanos, incluso en comparación con el resto de la comunidad, provoca un serio retraso en las revisiones de estos enfermos, algo fundamental en la patología neurológica. Así, el hospital logra cumplir los objetivos del Plan de Reducción de Listas de Espera porque solamente hacen referencia a la primera consulta -al enfermo nuevo se le atiende en el plazo de un mes- y a las pruebas -sus resultados llegan en los veinte días estipulados- pero el diagnóstico que se deriva de ellas y el consecuente tratamiento para ese paciente que llega por primera vez a consulta, tardan medio año, cuando logra una segunda cita. Las revisiones de todas estas patologías degenerativas se retrasan seis meses y hay nuevos tratamientos, por ejemplo los parches transdérmicos para el Párkinson, que al precisar un control sistemático cada pocos días son difíciles de aplicar a los pacientes del Clínico.El Clínico demanda la Unidad de Ictus anunciada para el 2003 por Sacyl dado que hay 460 casos de infartos cerebrales de urgencia al año.
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Los hospitales de Valladolid, con una población de 500.000 habitantes, disponen de diez neurólogos, la mitad en cada uno de los dos hospitales de la capital y uno a media jornada, dado que comparte trabajo con Atención Domiciliaria, completa la plantilla del Clínico. En Medina del Campo no hay ningún especialista. Mientras, otras provincias como León, de 495.902 habitantes, cuanta con 14 neurólogos o Salamanca, con 350.000 tarjetas sanitarias dispone de 11 especialistas.
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Sacyl anunció en el año 2002 que, al siguiente ejercicio, tanto el Río Hortega como el Clínico dispondrían de unidades específicas para atender el infarto cerebral. Valladolid sigue sin ella aunque, el servicio se ha potenciado en la comunidad.
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Los especialistas del Clínico consideran que las cifras de ingresos y urgencias por estas patologías no solo justifican el incremento de la plantilla sino la creación de una unidad específica cuyo objetivo último es disminuir la mortalidad por infarto cerebral.
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Según los datos del 2006, las urgencias que precisaron ingreso de Medicina Interna, que aglutina en el Clínico las emergencias de Neurología, sumó 4.505 pacientes, de los que 735 eran enfermos con patología neurológica y el 16,33% de éstos, es decir, 460 pacientes sufrieron un ictus, una falta de riesgo en el cerebro por trombosis, embolia o hemorragia, según los datos facilitados por el servicio de Neurología del Clínico. El Río Hortega trata un volumen similar de pacientes.
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