Un alto cargo de Castilla y León manipuló el informe clave que impedía talar en Navas
El director de Medio Natural citó como favorable el dictamen contrario del jefe de Ávila - El técnico se opuso a levantar 1.600 chalés en un pinar protegido por su daño a las cigüeñas
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 04/03/2007 (elpais.com)
La investigación judicial comienza a explicar cómo altos cargos de la Junta de Castilla y León, del PP, impulsaron una urbanización de 1.600 chalés en un pinar protegido de Las Navas del Marqués (Ávila) en contra de sus técnicos. En la información judicial destaca el informe del 5 de noviembre en el que el director de Especies Amenazadas de Ávila, Sabas Yagüe, afirmó que parte de la finca era zona crítica para la cigüeña negra, lo que impedía la recalificación. Pese a ello, ocho días después, el director de Medio Natural, Mariano Torre, autorizó la urbanización citando el informe aludido como si hubiera sido positivo.
La tramitación de la Ciudad del Golf, en un pinar protegido de Ávila en el que cría la cigüeña negra, estuvo plagada de irregularidades. En 2002, la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento de Las Navas del Marqués, todos del PP, pactaron en privado con el promotor Francisco Gómez, El Paloma, venderle el suelo antes de subastarlo. Finalmente, le vendieron el doble del área urbanizable por el mismo precio pactado. En octubre pasado, el Tribunal Superior de Castilla y León sentenció que la recalificación era ilegal. Un juez de Ávila investiga ahora si hubo prevaricación y tráfico de influencias en la adjudicación, y si el constructor cometió delito al talar 2.243 pinos pese a la sentencia contraria.
En las dos cajas de documentos remitidas al juzgado queda claro que algunos técnicos se opusieron a la urbanización, como el jefe de la sección de Urbanismo, la representante de la Consejería de Cultura y el técnico jurídico de Urbanismo. Pero sus opiniones no eran vinculantes. La Junta las ignoró sin problemas.
El escollo llegó con el jefe de sección de Espacios Naturales y Especies Protegidas de Ávila, el ingeniero de Montes Sabas Yagüe. Antes de aprobar la recalificación, la Comisión de Urbanismo pidió el visto bueno de este departamento, ya que las 210 hectáreas de la urbanización estaban protegidas, pero 12 de ellas eran intocables al ser "área crítica de la cigüeña negra", donde hay nidos o se alimenta este animal en extinción.
El 19 de septiembre de 2003, Yagüe firmó un dictamen durísimo en el que destacaba que la urbanización estaba prevista en zona de cría de cigüeña negra y sensible para el águila imperial, especies "en peligro de extinción"; que "la eliminación de 35.000 árboles y la pérdida de 210 hectáreas de masa forestal arbolada supone la destrucción del hábitat de las especies en toda esa superficie, con la consiguiente merma de su área de campeo, alimentación y nidificación que necesariamente repercutirá negativamente en dichas especies".
El informe señalaba también "la presencia de algunos ejemplares de lince ibérico" y criticaba la repoblación prevista en otra zona no protegida y las demás medidas de compensación. "Globalmente se informa desfavorablemente el proyecto" y "ni siquiera la puesta en práctica [de todas las medidas correctoras] evitaría un perjuicio neto al ecosistema", reza el texto.
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