El uso excesivo del móvil tiene efectos nocivos sobre la salud
El uso "excesivo" y continuado del teléfono móvil tiene efectos a corto plazo en la salud debido a las radiaciones electromagnéticas que son absorbidas por el cerebro, según el investigador e ingeniero indio Tapan Kumar Sarkar, experto en procesado de señal, microondas y teoría de antenas.
Sarkar, que ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), explicó en una entrevista concedida a EFE que el móvil tiene "efectos de origen térmico a corto plazo" que se pueden notar, por ejemplo, en los ojos, "donde las microondas producen sequedad y posterior irritación".
Según este experto, catedrático de Ingeniería de la Universidad de Siracusa (Nueva York), la razón de que apenas existan investigaciones sobre los perjuicios que puede provocar a largo plazo es "por el temor a lo que se sospecha que se pueda descubrir y por el perjuicio económico que provocaría".
El investigador, que ha sido asesor científico de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, advirtió que, por ejemplo, en el ejército no se están midiendo estos efectos y, sin embargo, los soldados "pasan mucho tiempo en contacto con esas ondas, tanto en el campo de batalla, como en los barcos y en los aviones".
De su experiencia en empresas como General Electric, Phillips o Hewlett Packard, saca la conclusión de que "los intereses de la industria y los de la sociedad son, a menudo, diametralmente opuestos y el científico siempre se encuentra entre ambas partes".
A su juicio, el principal problema en la actualidad es que las decisiones tecnológicas son tomadas por "contables y abogados" que "saben poco de Ciencia, en lugar de por ingenieros como en el pasado".
Uno de sus últimos proyectos ha sido la introducción del Método del Pincel de Matrices en el desarrollo de los detectores de metales de última generación, que está siendo adoptado por muchos aeropuertos de todo el mundo.
Con los detectores usados hasta ahora, pequeños objetos como monedas o relojes "pitaban" igual que si fueran "una metralleta".
"La nueva generación de detectores pretende facilitar la vida a los ciudadanos de a pie, para que no tengan que desnudarse porque la máquina detecte un corchete de su cinturón o de su sujetador", dijo Sarkar en referencia a la política de seguridad en los aeropuertos norteamericanos.
A su juicio, hay una brecha "muy grande" entre la tecnología y la sociedad porque, argumentó, "los ciudadanos no están intelectualmente capacitados para saber qué es lo mejor para todo el mundo".
"La clave para solucionar casi todos los problemas sociales está en la educación, que debe enseñar al individuo a pensar de forma independiente y racional, y no sólo a producir".
Para Sarkar, que ha colaborado durante 20 años con diferentes universidades españolas, la educación en España es "buena".
"Hay más investigadores en el área de la ingeniería eléctrica que trabajan, en concreto, sobre cuestiones como alta frecuencia, microondas, radiación, antenas y compatibilidad electromagnética, que en la mayoría de los países europeos".
Sarkar ha propiciado un programa de intercambio de profesores y estudiantes entre la Universidad de Siracusa y la Politécnica de Madrid, y está escribiendo con la profesora de la UPM, Magdalena Salazar, un libro sobre la historia de las tecnologías inalámbricas.
Sarkar, que ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), explicó en una entrevista concedida a EFE que el móvil tiene "efectos de origen térmico a corto plazo" que se pueden notar, por ejemplo, en los ojos, "donde las microondas producen sequedad y posterior irritación".
Según este experto, catedrático de Ingeniería de la Universidad de Siracusa (Nueva York), la razón de que apenas existan investigaciones sobre los perjuicios que puede provocar a largo plazo es "por el temor a lo que se sospecha que se pueda descubrir y por el perjuicio económico que provocaría".
El investigador, que ha sido asesor científico de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, advirtió que, por ejemplo, en el ejército no se están midiendo estos efectos y, sin embargo, los soldados "pasan mucho tiempo en contacto con esas ondas, tanto en el campo de batalla, como en los barcos y en los aviones".
De su experiencia en empresas como General Electric, Phillips o Hewlett Packard, saca la conclusión de que "los intereses de la industria y los de la sociedad son, a menudo, diametralmente opuestos y el científico siempre se encuentra entre ambas partes".
A su juicio, el principal problema en la actualidad es que las decisiones tecnológicas son tomadas por "contables y abogados" que "saben poco de Ciencia, en lugar de por ingenieros como en el pasado".
Uno de sus últimos proyectos ha sido la introducción del Método del Pincel de Matrices en el desarrollo de los detectores de metales de última generación, que está siendo adoptado por muchos aeropuertos de todo el mundo.
Con los detectores usados hasta ahora, pequeños objetos como monedas o relojes "pitaban" igual que si fueran "una metralleta".
"La nueva generación de detectores pretende facilitar la vida a los ciudadanos de a pie, para que no tengan que desnudarse porque la máquina detecte un corchete de su cinturón o de su sujetador", dijo Sarkar en referencia a la política de seguridad en los aeropuertos norteamericanos.
A su juicio, hay una brecha "muy grande" entre la tecnología y la sociedad porque, argumentó, "los ciudadanos no están intelectualmente capacitados para saber qué es lo mejor para todo el mundo".
"La clave para solucionar casi todos los problemas sociales está en la educación, que debe enseñar al individuo a pensar de forma independiente y racional, y no sólo a producir".
Para Sarkar, que ha colaborado durante 20 años con diferentes universidades españolas, la educación en España es "buena".
"Hay más investigadores en el área de la ingeniería eléctrica que trabajan, en concreto, sobre cuestiones como alta frecuencia, microondas, radiación, antenas y compatibilidad electromagnética, que en la mayoría de los países europeos".
Sarkar ha propiciado un programa de intercambio de profesores y estudiantes entre la Universidad de Siracusa y la Politécnica de Madrid, y está escribiendo con la profesora de la UPM, Magdalena Salazar, un libro sobre la historia de las tecnologías inalámbricas.
Fuente: EFE
1/2/2004
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