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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

El PSOE de Valladolid niega a los críticos la petición que ellos hicieron en el regional

Cinco horas y media de reunión y una única conclusión: el PSOE atraviesa una situación interna difícil y preocupante que debe solventar para centrarse en el bien de los ciudadanos. La dimisión en bloque de la ejecutiva autonómica socialista hace unos días fue el detonante para que la ejecutiva provincial de Valladolid hiciera autoanálisis y se sometiera al veredicto de la sección más crítica. División interna entre quienes abogan por continuar con la comisión que salió elegida democráticamente en junio de 2012 y quienes demandan la convocatoria de una nueva a raíz de lo sucedido en la ejecutiva autonómica y a tenor de los malos resultados electorales en los comicios al Parlamento Europeo.

 

Con estos precedentes se reunió en la noche del jueves la ejecutiva provincial en una asamblea que se antojaba tensa. Tanto, que el secretario general, Javier Izquierdo, dejó claro desde el primer momento que había que pedir la dimisión del secretario de la agrupación Ribera de Castilla de la capital, Tomás Pérez, tras un encontronazo con la viceportavoz del Grupo Socialista en las Cortes, Ana Redondo. Hablaba Izquierdo de que el pasado lunes, Tomás Pérez, que hace unos días solicitó la convocatoria de un congreso extraordinario ante la situación del partido, «insultó e increpó públicamente» a Ana Redondo en la calle, motivo por el que la ejecutiva acordó el jueves abrir un expediente sancionador contra el secretario de la agrupación Ribera de Castilla. Si bien, este último, en declaraciones a Onda Cero recogidas por Ical, aseguró que «solo pidió públicamente la dimisión de Ana Redondo en el puesto retribuido en las Cortes» y que apeló a la coherencia de que «cuando se deja uno, se debe dejar el otro», en referencia al cese en la ejecutiva autonómica. Será ahora cuando el instructor y secretario estudien el expediente para que la federal proponga sanción o archive el caso.

 

Sea como fuere, lo cierto es que este encontronazo entre dos miembros del PSOE reflejan la división interna que existe en la provincial, máxime tras lo ocurrido en la autonómica. Para el sector más crítico, que ve en las dimisiones de hace unos días «un intento de dinamitar la ejecutiva autonómica con la excusa de intereses internos», dimisionarios de la autonómica como Emilio Álvarez e Iratxe García, presentes en la provincial el jueves, deberían dimitir también en esta última «por coherencia». Que el melón abierto en la autonómica se abra también en la provincial, dicen.

 

Una postura que para el secretario general, Javier Izquierdo, no deja de reflejar una cierta falta de respeto a los resultados obtenidos en junio de 2012. «Uno de los principios elementales de la democracia es asimilar el resultado. Hay que hacer un llamamiento para que se respeten los resultados del congreso provincial y se deje trabajar más a la Dirección Provincial por parte de algunas personas», zanjó. Argumento que no comparte la parte crítica, al recordar que por esa regla de tres se deberían haber respetado los resultados del congreso autonómico, elegido por un 83% de los afiliados.

 

Ante la falta de acuerdo sobre la convocatoria de un congreso provincial, parte de la ejecutiva espera ahora la convocatoria inmediata del comité provincial ordinario, órgano donde se podrá debatir este asunto y que se debe convocar cada seis meses (el último fue el 30 de noviembre).

 

Cinco horas y media después de iniciar la reunión, donde se registró mucha participación, con algunas intervenciones «muy duras», el Partido Socialista de Valladolid obtuvo así, según varias fuentes consultadas, una conclusión unánime: la imagen sobre la guerras internas no es buena para los ciudadanos.

 

En este sentido, el portavoz del Grupo Provincial Socialista, Juan José Zancada, apeló a la responsabilidad por el bien del partido. «Tenemos que hablar más de los problemas de la gente que de los nuestros. Entramos en una mala dinánima si identificamos los asuntos a nivel interno, porque los ciudadanos quieren que hablemos de sus problemas y que planteemos alternativas y soluciones a sus problemas», aseveró «preocupado» por la situación del PSOE tras la dimisión registrada en la ejecutiva autonómica y las consecuencias que pueda acarrear.

 

Referéndum

Una de las pocas cosas que salió adelante en la interminable reunión del jueves fue una propuesta de Juventudes Socialistas que pretende que se dé libertad de voto a los diputados a la hora de apoyar o rechazar la ley de sucesión que tramita el Gobierno. «Queremos que haya libertad de voto, y una vez que voten –piden que sea en contra– que se haga un referéndum consultivo que aunque no sea vinculante abra las puertas a un debate», explicó Elena Pastor, secretaria general de Juventudes en Valladolid. A pesar de algunas voces discordantes, la petición se aprobó. Pastor anunció que intentarán «trasladarla a otras provincias para que el debate se extienda» aprovechando que hoy hay consejo territorial de Juventudes Socialistas enCastilla yLeón.


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