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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

Se les terminó el chollo, se terminó nuestro silencio

Parecía imposible y finalmente, sucedió. Batacazo electoral en los comicios europeos. No se engañe, usted también ha perdido. Está claro que unos más que otros; y entre quienes tenían especial interés puesto en esta cita, cada cual pasó la noche en vilo del domingo al lunes por distintas razones.

 

De los de los sobres, los de la superioridad intelectual, por mucho que se empeñen en tratar de vendernos que han ganado, es como venir a presumir de poseer un trozo de piedra brillante en medio de un desierto. Podrá ser objetivamente un mineral valioso, pero desde luego que en estas circunstancias no sirve absolutamente de nada. No soluciona ninguno de los problemas que tenemos y solamente evidencia que vamos a seguir comiéndonos con patatas recortes y más medidas injustas. Por lo tanto, a no ser que tenga algún tipo de cuenta en Suiza, reciba algún que otro sobre o tenga alguna inexplicable razón que se me escapa (será porque no tengo una altura intelectual suficiente para llegar a entender por qué han votado al Sr. Cañete), usted también ha perdido en estas elecciones.

 

Noche de festejo para la gente de Podemos, Izquierda Unida, Equo, Ciutadans, que han conseguido obtener representatividad. Tampoco durmieron. Sin duda sus motivos son otros: han peleado por defender un proyecto diferente (cada cual el suyo) y ayer vieron que estaban apoyados por mucha más gente de lo que calcularon. Es una buena señal, sin duda. Pero desgraciadamente me temo que aunque el cambio está empezando y la gente despierta poco a poco, usted también ha perdido estas elecciones. Porque hasta que no nos pongamos todos a remar en la misma dirección, pues en la izquierda compartimos la mayoría de los mensajes, usted seguirá sintiéndose sólo.

 

Pero sin duda si alguien no durmió ayer fueron aquéllos con los que comparto carnet de militante en el PSOE. El batacazo se veía venir (algunos seguían sin quererlo asumir) y muchos ya lo llevábamos diciendo hace tiempo. Íbamos de cabeza, cuesta abajo y sin frenos. Y no solamente porque de las cien medidas que llevábamos en el programa electoral no se haya oído más que una matraca constante contra las tonterías que soltó por esa gran boca el Sr. Cañete. A pesar de la gravedad de su error, con un mensaje para dejarle en evidencia habría bastado. Faltó pedagogía en los mensajes. Y sobre todo, ¡faltaron mensajes!

 

Una campaña que ha sido la de los “besos y abrazos”, timorata y de puertas para adentro, con abucheos en mercados, actos reventados por ciudadanos indignados, denuncias en juzgados por nombrar a los candidatables de manera nada democrática en sus aparatos oficiales… Encuestas absurdas que nadie creía y datos inflados de subjetividad. Acuerdos de no hablar de primarias para después, repartir mítines entre los candidatables “permitidos” por el aparato, y abrir ya la carrera en una absoluta falta de igualdad de oportunidades para con los militantes que pudieran querer concurrir.

 

Militantes desmotivados, que ni si quiera han votado por los supuestamente “suyos”. Los que han recibido llamadas y cartas de “agradecimiento” por su implicación, mientras su cara se transformaba en una mueca, que al colgar el teléfono o guardar el mail en la “papelera”, han murmurado en muchos casos no entender tanta hipocresía y lejanía. La sensación de estar mandando un autobús a Bruselas lleno de salvavidas y salvoconductos. Perfiles que no responden ni al querer ni al sentir de la militancia; personas que han profesionalizado la tarea de exhibir unas siglas que han quedado vacías de contenido gracias a quienes llevan ocupando sillas y pisando alfombras desde que tienen “memoria”.

 

Y dándose así la situación algunos aparecían hoy con cara de sorpresa, de no entender qué estaba pasando y por qué los datos habían sido tan tremendamente malos. El resto no llegamos a entender que de verdad no nos estaban escuchando durante todo este tiempo. ¿De verdad cuando hemos hablado miles de veces con ustedes, Rubalcaba y compañía, no nos han prestado la más mínima atención?


Reconozco que muchas veces lo he sentido. Hacen que escuchan, pero desde luego si lo hacen les importa muy poco. Utilizan la palabra “partido” para asegurarse su situación. Lo que pensemos la militancia (el verdadero “partido”) y la ciudadanía (esos que les legitiman con sus votos) les resulta totalmente lejano e irrisorio. Hasta ayer.

 

Pero les ha durado poco el grito que han escuchado. Porque han vuelto de nuevo a mirar para otro lado: habíamos acordado, sí, ustedes y los militantes -ustedes y yo, en tal caso- que habría unas primarias abiertas y transparentes después de verano. Habíamos acordado que elaborarían el reglamento de las primarias; que garantizaríamos un juego limpio; que era el momento de la militancia y de la ciudadanía. Que íbamos a ser ejemplares… Habíamos acordado.


Pero resulta que al ritmo de las alfombras el ruido se vuelve sordo. Han acordado hacer un congreso extraordinario para urdir sus deseos. De nuevo. A nuestra costa. Jugarán con nosotros, porque allí somos indios que mover. Teléfonos que se van a descolgar y delegados que van a cerrarse en filas. Un gatopardismo insultante. Están demostrando no creer en la política como servicio público, sino como herramienta a sus intereses personales; están teniendo la desfachatez de hablar de Primarias refiriéndose a lo que sucedió en Andalucía. Y se quedan ustedes tan a gusto. No se están preocupando en absoluto por garantizar que se realicen las primarias en tiempo y forma adecuada. Solamente se preocupan por cubrir expediente y salir airosos de ésta. ¿Por qué no planteamos un reglamento en condiciones para unas primarias realmente ejemplares? ¿De qué tienen miedo?

 

Y dicen muchas cosas, y como los millones de votos que han perdido de los ciudadanos, la militancia nos sentimos cansada, cabreada y ninguneada. Dedicamos tiempo, energía, esfuerzo para que ustedes vivan mejor que cualquiera -a nuestra costa-. No nos rinden cuentas; nos miran por encima del hombro y encima ni si quiera nos escuchan. ¿Para qué pagamos cuotas, para qué llenamos actos, pegamos carteles, les acompañamos llegando a enfrentarnos con ciudadanos con los que ya no tenemos nada que discutir? ¿Para que ustedes se vayan a Bruselas a cobrar 12.000 euros mientras se ríen de nosotros? Tengan valor y demuestren que pueden vivir con 2.000 euros; donen lo demás para solucionar los problemas que hay en nuestra sociedad. Atrévanse, demuestren lo que significa solidaridad con quienes les pagan el salario. Repartan su riqueza, que de eso hablan ustedes de vez en cuando.

 

Escuchen a sus compañeros y compañeras: ustedes no valen más que nosotros. Aunque sus zapatos sean más caros. Sus zapatos los tienen gracias a nuestro aguante; los votos que hemos conseguido han ido para su beneficio personal (el de ustedes) que siguen saltando de un puesto a otros sin consultarnos. Y además, si decimos verdades como puños nos ningunean, nos insultan y nos tratan de silenciar. Que dimita Rubalcaba no es suficiente; si tienen conciencia de clase trabajadora (esa a la que las siglas se refiere), mírense en el espejo y salgan corriendo. No nos representan: ni a las siglas, ni a su historia, ni a su militancia. No esperen que la ciudadanía pueda hacer milagros.

 

Se acabó. Ya no tienen ninguna excusa para justificar su suspenso. No han conseguido ilusionar a la ciudadanía y se han cargado las ganas de la militancia. Han roto la confianza que se les entregó. Han terminado con nuestra paciencia. Ha llegado el momento del golpe en la mesa: vamos a decidir entre todos y todas; no nos van a silenciar. Por muchos esfuerzos que hagan en influir en medios de desinformación que les bailan el agua para difamarnos. Se les ha terminado el chollo porque muchos no nos vamos a callar.

 

Beatriz Talegón es presidenta de Foro Ético

elplural.com

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