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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

Alberto Garzón: de aquí a diez años no tiene cabida la socialdemocracia

"Cada uno de nosotros tiene que convertirse en un activista".

 

Tenemos que sembrar la semilla del mundo nuevo". Y en ese mundo no cabe el actual sistema político y económico, no cabe la desigualdad, no caben los tiburones financieros que esquilman a Estados y ciudadanos, ni caben políticos melifluos que no pueden (o no quieren) enfrentarse al capital. Alberto Garzón (Logroño, 1985) cree en ese mundo posible y lo lleva al papel, a las páginas del libro-manifiesto Esto tiene arreglo. Un economista indignado en el Congreso (Destino, 2012), una pequeña obra de 109 páginas que sigue la estela del totémico ¡Indignaos! de Stéphane Hessel. Diputado de Izquierda Unida por Málaga, se propone saltar con él los bajos muros del Congreso para ayudar a la "insurrección", al despertar ciudadano, como hizo con el 15-M, movimiento en el que se enroló desde el principio. Público.es se adelanta a la presentación del libro y charla con Garzón en su despacho, una pequeño espacio presidido por una bandera de la República y montañas de documentos económicos.

 

Llama la atención de su libro su estilo pedagógico. Explica la economía con crudeza, de forma directa, sin circunloquios. Como para que todo el mundo abra los ojos. 

El objetivo es traducir la economía al lenguaje de la calle. La gente está dándose cuenta de que le están robando, ve que cobra menos que sus padres, que vive peor que ellos, que se está empobreciendo. Pero no entiende cómo. Ni sabe qué es el mercado interbancario, la prima de riesgo, o los CDS [credit default swap]. El 15-M representa bien eso de la lucha de los de arriba contra los de abajo. Pero esa lucha no es nueva, es la lucha de clases aunque quizá desde un punto de vista menos teórico. Hay que bajar a la calle y explicar que con la economía esto se puede explicar, que se puede decir a la gente qué está pasando.

Sí, porque existe el temor de que la gente se crea que no hay alternativa. Y eso es una falacia. Siempre hay alternativa, y se ha visto a lo largo de la historia. Y ahora mismo: el Banco Central Europeo (BCE) era muy ortodoxo antes de la crisis, pero luego ...............................

 

publico.es

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