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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

El PSOE rechaza la dimisión de Bedera pese al «palo generalizado» en el 20-N

Ha llegado el momento de hacer catarsis, pero en el PSOE provincial ’el cambio’ con el que el PP ha ganado las elecciones generales pasa por redefinir las ideas y reflexionar sobre el trasvase de votos a otros partidos más que por renovar cargos. No obstante, el secretario provincial del PSOE, Mario Bedera, puso ayer su puesto a disposición de la Ejecutiva en una sesión en la que se habló de una «responsabilidad general, más que personal,» de los resultados electorales que han llevado a los socialistas a perder todos los barrios de la capital y permanecer solo en nueve municipios de la provincia, aunque en la capital hayan conseguido 9.000 votos más que en las elecciones municipales de mayo.

 

 

 

La Ejecutiva Provincial rechazó la renuncia de Bedera porque «no se trataba de pedir cabezas», sino de aprovechar el periodo precongresual para reflexionar sobre «el palo generalizado» al PSOE en las urnas. El líder provincial de este partido y diputado electo por Valladolid cree que el voto estaba ya muy decidido y que la campaña, «aunque ha sido fresca y buena en participación», no ha servido para captar electores. «Nuestro problema ha sido el general: hay cinco millones de parados y las medidas [recortes] que se empezaron a aplicar en mayo no han sido explicadas; eso ha traído todo lo demás».

 

 

El trasvase de voto socialista hacia Izquierda Unida y UPyD debe llevar al PSOE a la reflexión y a una redefinición del partido. Bedera considera que el cambio sociológico que ha experimentado la sociedad obliga a repensar su ideario y su gestión. «Los ciudadanos de ahora no son los de los años ochenta de Felipe González. Antes estaban más posicionados e identificados con el partido.» Mientras que los votantes del PP son fieles a sus siglas, los socialistas no dudan en apoyar a otras formaciones y «por eso estamos obligados a reflexionar y adaptarnos», sostiene Bedera.

 

 

La reunión de ayer fue de guante blanco, sin reproches personales: tampoco los hubo en mayo. El PSOE ha conseguido más votos en las generales que hace seis meses «y en aquel momento nadie asumió responsabilidades», lanza uno de los asistentes a la Ejecutiva. Tampoco hubo un pronunciamiento oficial de apoyo hacia la posible candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba a la Secretaría General del partido. «Rubalcaba ha sido el más valiente en estos tiempos y el que ha tirado para adelante, pero vamos a ver qué pasa. Se abre un proceso de discusión y deben ser los afiliados quienes hablen y se manifiesten», sostiene Bedera en un intento de convencer de que las apuestas de los barones no dirigirán los apoyos. «No se debe hurtar el proceso», asegura.

 

 

Los representantes socialistas abrieron anoche el debate hacia la necesidad de cambiar la ley electoral, una de las propuestas que llevaban en su programa de Gobierno, y sintonizar con los jóvenes. Aunque la agrupación juvenil no fue crítica con la situación que atraviesa el partido, su pretensión es hacerse «oír en el periodo precongresual» abierto ya y cambiar ciertas estructuras de anquilosamiento y atrofia que, a su juicio, provocan el desafecto de la juventud hacia este partido.

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