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Mario Bedera: «Soy socialista de tercera generación y no tengo intención de tirar la toalla»

El PSOE de Valladolid ha perdido el 20-N nada menos que 54.629 votos respecto de las elecciones generales de 2008. La noche del ’domingo negro’ los socialistas vallisoletanos contabilizaron tan solo 94.249 sufragios frente a los 148.878 obtenidos en los anteriores comicios. Un dato, por si solo lo suficientemente afilado, como para que un sector de la militancia lo arroje a la dirección del partido en Valladolid exigiendo un cambio de actores. Es la hora del análisis y la reflexión, sin paños calientes. Así dice que afrontará a finales de semana la reunión de la ejecutiva del PSOE de Valladolid Mario Bedera, quien asegura que no piensa tirar la toalla «como afiliado y secretario general» de un partido que ha obtenido los peores resultados electorales de su historia. El congreso provincial, avanza, podría celebrarse antes de Semana Santa si se siguen los plazos que marcan los estatutos.
-A tenor de los resultados ¿le quedan todavía ganas de seguir al frente del Partido Socialista de Valladolid?
-Me afilié al PSOE en 1996, vengo de dos generaciones de socialistas, mi abuelo y mi padre, y cuando se produjo la última debacle del partido me pareció que tenía que comprometerme más. Así que no pienso en tirar la toalla como afiliado y secretario general.
-El paso inmediato que va a dar ¿cuál es?
-Esta semana convocaré a la ejecutiva para analizar los resultados en un sentido abierto, amplio y no descarto ninguna decisión. Escucharé y explicaré lo que sepa de las ejecutivas federal y regional (la comisión ejecutiva autonómica se reúne hoy), pero en principio no siento la necesidad de que venga otro y tire del carro, por una cuestión de responsabilidad. Pero, por lo mismo, llegado el momento voy a hacer lo que decida el partido.
-El castigo del electorado al PSOE ha sido ha sido más que ejemplar. ¿Lo considera merecido en lo que respecta a la provincia?
-A nivel nacional sí ha sido muy duro. Pero si nuestro peor enemigo (y no lo digo por el PP) hubiera elegido la fecha que peor nos podía venir ha sido esta, la del 20-N. Cada semana ha sido peor que la anterior, yo hablo de tormenta perfecta, pero es que ha sido así. Reconozco el tsunami de las elecciones municipales y autonómicas de mayo sí fue para nosotros una gran sorpresa. Ahora tenemos que recolocarnos y pensar, pero la incertidumbre de la gente, el miedo, ha jugado un papel decisivo en estas. Yo sigo creyendo que tenemos razón, en el sentido de que seguimos pensando que tenemos que defender el estado del bienestar, que se puede ir al garete. No es que quiera echar la culpa a la crisis, pero la situación es la que es y puedo entender el miedo de la gente. Ahora viene la digestión, hacer lo mejor de cara a lo que tenemos por delante. Hace falta un planteamiento serio de dónde estamos y dónde queremos ir, sentarnos a pensar, hacer algo que sirva en el tiempo. Y si tiene que haber una catarsis, que la haya.
-Usted ¿qué espera del congreso federal?
-El congreso es absolutamente necesario. Tenemos que ponernos a pensar con profundidad pero no podemos tirarnos un año mareando la perdiz. Hay que entrar en el congreso provincial con las ideas muy claras.

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