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La píldora contra el parto precoz será prohibitiva

Los partos prematuros son la primera causa de mortandad infantil en el mundo desarrollado. El mes pasado, cuando el Gobierno norteamericano aprobó el primer medicamento para evitarlos, la comunidad médica lo celebró, porque suponía la posibilidad de prevenir 10.000 nacimientos precoces en Estados Unidos cada año. La alegría duró poco: hasta que la farmacéutica K-V, que goza del monopolio de comercializar el medicamento durante siete años, propuso un precio inicial por embarazo de 30.000 dólares (20.800 euros). Tras recibir presiones del Gobierno, ese precio se rebajó a unos 9.700 euros.

 

El medicamento es la hidroxiprogesterona, o 17P, una hormona producida durante el embarazo. En 2003, el New England Journal of Medicine publicó un estudio que demostraba que al inyectárselo a 463 embarazadas con partos prematuros previos, solo un 36,3% había alumbrado antes de 37 semanas. Los científicos recomendaban comenzar a administrar la progesterona una vez cada semana a partir de las 16 o 20 semanas de gestación.

 

El estudio se había realizado en el Instituto Nacional de Salud, un centro de investigación del Gobierno norteamericano. La 17P, sin embargo, se había sintetizado por primera vez a mediados de los años sesenta, y se había recetado para tratar dolencias como el cáncer de útero.

 

Tras la publicación del estudio, y como el medicamento no se fabricaba desde los noventa, muchas boticas comenzaron a comercializar dosis de 17P. Suelen preparar los medicamentos con las composiciones detalladas por el médico, sin controles del Gobierno. El precio de una inyección de 17P no superaba normalmente los 20 dólares (13 euros). Hasta que K-V decidió fabricarlo. En febrero, compró la licencia para vender 17P a la farmacéutica Hologic, por 200 millones de dólares (138 millones de euros). Luego sometió al medicamento a diversas pruebas, con unos costes de investigación de 50 millones de dólares. Solicitó permiso para comercializarlo con el nombre Makena, por la vía permitida por la Ley de Medicamentos Huérfanos.

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elpais.com/articulo

 

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