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Izquierda Socialista de Valladolid en la defensa de los Servicios Públicos

PNL Planes Locales de Empleo . Grupo Parlamentario Socialista

 

           

El crecimiento armónico y sostenible de los territorios se vincula a las  interacciones y complementariedades del mercado de trabajo y el tejido económico local sobre cada espacio y las sinergias con el sistema productivo regional; repercutiendo en el aumento de la  cohesión social y de las posibilidades de avance convergente de los espacios comarcales, provinciales y regionales. “Desde el punto de vista de la política económica, la distribución espacial de la actividad, del empleo y, por tanto de la población, condiciona claramente el diseño de las actuaciones públicas en esta materia.” (Garrido Yserte, R: “Desarrollo regional: nuevos enfoques, nuevas tendencias ¿nuevas políticas?”)

 

En Castilla y León, la amplitud y variedad del espacio, la  complejidad de paisajes y recursos, las desigualdades en las densidades de población y del hábitat, las distintas potencialidades y capacidades que se acumulan en  cada área o zona geoeconómica “requieren políticas integradoras que cohesionen territorialmente el conjunto de la Comunidad” (CES de Castilla y León) y exigen un nuevo modelo de dinamización productiva que trate de aprovechar todos los elementos que estimulen  la articulación entre desarrollo local y progreso integral para propiciar la Convergencia Interior (transitoria 2ª de Estatuto de Autonomía) que elimine progresivamente los desequilibrios económicos y demográficos; precisamente “la creación de empleo estable y de calidad” (Artículo 16, punto 3 del Estatuto de Autonomía”) es una condición esencial para la cohesión social y territorial.

 

El CES de Castilla y León (Informe  “Situación Económica y Social 2007, p. 543) señala que “las disimilitudes en el crecimiento demográfico se amplían al descender a la escala municipal, auténtico barómetro de la realidad tangible” . “La tendencia hacia la concentración espacial de la población …no parece haberse atenuado y su nivel continúa elevándose” ; mientras que “las pérdidas registradas en la mayor parte del mundo rural sobrepasan en intensidad ambos fenómenos (periurbanización e inmigración extranjera), incrementándose los desequilibrios territoriales”. “Es decir, que los desequilibrios en la distribución de la población siguen aumentando y lo hacen a mayor ritmo.” Muchos Municipios rurales o zonas en declive productivo sufren un proceso de regresión demográfica y envejecimiento; su mercado laboral “se encuentra desabastecido” y el índice de reemplazo de la población activa es muy bajo; en contraste con los centros urbanos y periurbanos que concentran la población más joven, “a la par que la mejor preparada y adaptable a las exigencias del mercado laboral…”

 

Y en sus recomendaciones el CES de Castilla y León “considera muy conveniente una mayor implicación en la consecución de empleo estable por parte de las Corporaciones Locales mediante la elaboración de Planes Locales de empleo, detección de sectores emergentes y nuevos yacimientos de empleo que pueden contribuir a la diversificación de actividades productivas en aquellas Corporaciones Locales enclavados en el medio rural y, por último, mediante una mayor coordinación entre las Entidades Locales y el Servicio Público de Empleo para conseguir el flujo de personas trabajadoras a los sectores o ámbitos que presenten mayor demanda”.

 

                        El desarrollo de políticas orientadas a estimular la competitividad no debe propiciar la “dualización” del mercado laboral o la polarización entre territorios; y las políticas orientadas a la redistribución de las rentas y las “políticas activas en el ámbito económico y laboral” como las dirigidas a la creación de nuevos yacimientos de empleo evitan la segmentación social y permiten desarrollar un nuevo entramado laboral y productivo (ver: Rocha Sánchez; Aragón Media y Cruces Aguilera: Cambios productivos y empleo en España. Ministerio de Trabajo e Inmigración 2008).

           

            De ahí la importancia de adecuar las políticas públicas –económicas y de empleo- a los patrones de localización espacial de la actividad y de los diversos sistemas locales de trabajo: No son similares las estructuras productivas y las necesidades de las empresas en las comarcas agroganaderas, las comarcas mineras, los distritos industriales, las localidades con un perfil industrial muy acentuado o “especializado” en un sector (textil, energía, alimentario, etc), con nuevas actividades o aquellas con predominio de la construcción, del sector servicios (turismo, hostelería), etc.

 

             En nuestra Comunidad Autónoma, la mayor eficacia de las políticas de cohesión territorial y convergencia interna debe asentarse sobre propuestas diferenciadas de actuación que potencien las pequeñas ciudades y cabeceras de comarca, establezcan nuevas pautas de viablidad  para los municipios rurales con soluciones singulares en el marco articulado de la malla poblacional de cada una de las comarcas y consideren también las interrelaciones y flujos entre áreas urbanas, periurbanas y mundo rural.

 

            En especial,  determinadas localidades y comarcas de nuestra Comunidad Autónoma necesitan de medidas específicas para estimular el empleo, recuperar población, aumentar la densidad social, propiciar su crecimiento sostenible y el desarrollo integral. Pero la “fijación de la población” es “algo imposible sin fomentar adecuadamente el desarrollo de estas zonas, a través de medidas como la diversificación económica, el aprovechamiento de los recursos naturales, la modernización del sector agrario, la dotación adecuada de servicios básicos, el acceso de los jóvenes al trabajo y a la vivienda, etc”  Y también “deben desarrollarse políticas y acciones que ayuden a prever y, en su caso, acompañar a los efectos que se producen en las reestructuraciones empresariales y las deslocalizaciones productivas, que afectan a los recursos humanos, al empleo, al tejido productivo y a la vida económica y social del entorno en el que interactúan las empresas” (Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León , p. 56)

 

En el ámbito de las políticas económicas e industriales y de promoción del equilibrio territorial aprobadas en la Estrategia Regional contra la Despoblación y del Marco Estratégico de Competitividad; son necesarias acciones  para el anclaje territorial de empresas, sobre el mercado de trabajo para diversificar las opciones formativas, mejorar el empleo, apoyar a los emprendedores y al empleo autónomo  y aumentar la oferta de puestos de trabajo 1)  en zonas y comarcas que han sufrido procesos de reestructuración y cierres de empresas 2) o disponen de un tejido productivo débil y 3) en aquellas áreas periféricas en las que se agudizan la despoblación y la falta de oportunidades.

Precisamente, en esas “Zonas de Actuación Preferente” hay que propiciar la competitividad territorial, incentivar más el mantenimiento de las actividades tradicionales y establecer nuevos sectores productivos para fomentar  la  inserción laboral de estratos de población joven, procurar el pleno empleo femenino e incrementar las medidas para acceder al trabajo y al empleo estable de  colectivos con especiales dificultades.

 

El IVº Plan Regional de Empleo (2007-2010) entre sus objetivos específicos recoge: “Potenciar los territorios menos desarrollados y fijar población” porque “los desequilibrios territoriales “…”no pueden ser eliminados únicamente con políticas sectoriales, por lo que es necesario actuar con medidas de apoyo a la población, a la actividad económica y al empleo” e indica que “el análisis territorial viene a poner de manifiesto la necesidad de actuar en el restablecimiento de un mínimo equilibrio poblacional que complemente las políticas económicas de solidaridad territorial entre las que debe seguir teniendo una especial relevancia el apoyo al empleo local…” Por lo tanto,  los esfuerzos para la modernización de las economías locales se deben centrar en “planes y programas que permitan la permanencia de la población en su propio territorio…” . los espacios y sus potencialidades también compiten mediante factores como la disponibilidad de recursos humanos; de ahí la necesidad del “fomento del Empleo en el ámbito Local”.

 

El Marco Estratégico de Competitividad también se refiere a la “atención equilibrada, en términos de formación, al conjunto del territorio” que “debe percibirse en los entornos rurales y periféricos, no únicamente como un derecho de las personas, sino como un elemento dinamizador para fomentar las iniciativas de empleo endógeno y en último término, para evitar el proceso de despoblación”. (p. 157). El “capital social” es considerado clave en los modelos regionales de “crecimiento armónico” y desarrollo convergente.

 

En consecuencia,  resulta evidente que las iniciativas para “una mayor dinamización económica” mediante estímulos a la actividad laboral, la lucha contra el desempleo y el mayor impulso posible a la creación de puestos de trabajo se deben adaptar a criterios “territoriales” para recuperar demográfica y económicamente ciertas comarcas e, incluso, aprovecha posibles “aceleradores del crecimiento”.

 

En consonancia con los antecedentes expuestos,  se formula la siguiente:

 

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN:

 

Las Cortes de Castilla y León instan a la Junta de Castilla y León a:

 

1.- Analizar con los Agentes Económicos y Sociales las potencialidades del mercado de trabajo y las posibilidades específicas de nuevos yacimientos de empleo en las comarcas y localidades de la Comunidad Autónoma especialmente afectadas por la despoblación, las consecuencias de cierres o deslocalizaciones de empresas y que dispongan de un tejido productivo débil o actividades económicas poco diversificadas.

 

El Consejo del Diálogo Social y el Observatorio de Empleo son los

Órganos adecuados para esta labor.

 

2.- Elaborar y concertar con las Instituciones Locales planes específicos de empleo para elevar las tasas de actividad y ocupación en esas comarcas y localidades particularmente afectadas por la despoblación, cierres o deslocalizaciones de empresas, debilidad del tejido productivo y por la escasa diversificación de sus actividades económicas.

 

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Señorías:

 

El Estatuto de Autonomía en su artículo 43.3. incide: “La Comunidad y las entidades locales de Castilla y León promoverán la cohesión y el equilibrio de todos sus territorios con especial atención a las zonas periféricas y a las más despobladas y desfavorecidas.”

 

En su Informe de situación 2007; el CES “reitera un año más la necesidad de desarrollar políticas que eviten la salida de población joven de Castilla y León, para lo que deben realizarse en la Comunidad ajustes entre formación y mercado de trabajo, fomento de nuevos yacimientos de empleo y desarrollo de planes específicos de empleo juvenil, a fin de evitar el proceso emigratorio que están afectando de manera especial a la población joven más preparada.”

 

El CES también recomienda a la Junta, el impulso del diálogo social tripartido en los Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales  “con el fin de negociar  y alcanzar Acuerdos en materias de carácter socioeconómico, y contribuir así al desarrollo y progreso de la ciudadanía en el ámbito local”.

 

En la actual situación de crisis, el Plan de Estímulo a la Economía y al Empleo del Gobierno de España ha realizado un apuesta estratégica con el Fondo de Inversión Municipal por el papel de nuestros Ayuntamiento como planificadores del desarrollo endógeno, promotores de la actividad económica e impulsores del empleo local; esta propuesta que formulamos  trata de que la intervención de las Administraciones Regional y Locales multiplique su papel aún más activo y dinamizador, tanto en el apoyo al empleo en los sectores productivos locales o comarcales tradicionales como en el estímulo de las actividades emergentes con potencial de nuevos empleos en cada territorio y, en especial, en aquellas zonas con problemáticas específicas del tejido producivo y/o del mercado laboral.

 

Varias Comunidades Autónomas han implementado fondos adicionales para apoyar la dinamización del empleo local e impulsar el desarrollo local. La Junta de Castilla y León debería complementar con 220 millones de euros el Fondo de Inversión Municipal del Gobierno de España, sería la mitad de las aportaciones del Fondo de Inversión Municipal del Gobierno de la Nación a los Municipios de nuestra Comunidad Autónoma.

 

 

 Valladolid. Pleno de las Cortes de Castilla y León, 10, diciembre 2008.

 El Procurador

José Miguel Sánchez Estévez

Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Economía y Empleo.

 

 

 

 

 

 

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